jueves, 22 de noviembre de 2012

La "mosquita muerta"




¡Yo soy!




 Espero en la peluquería con una revista en mis manos. Hay cuatro clientas dos jóvenes y dos de mediana edad. Las jóvenes conversan muy alto. Una de ellas, habla demasiado, para mí que "le falta un hervor". 

Habla de la crisis, de su padre con el que vive, de las tareas de la casa, de su novio sin padres al que tiene que ayudarle en la cocina porque a él no se le da bien...Termina diciendo que está jubilada. No aparenta ni treinta años. Entonces una de las mujeres mayores le pregunta:

 _¿Cómo puedes estar jubilada a tu edad?

_Sí, es por la muñeca que tengo un hueso salido y la tengo abierta. Siempre tengo que sujetarla con la otra mano. Lo que comienza a hacer en ese momento. La señora insiste: 

_Pero eso tendrá arreglo. ¿Cómo te la hiciste? 

_Pues ya ve, mi prima, que estábamos en un concierto me dio un tirón para ir hacia el grupo que tocaba y desde entonces... 

_¡La denunciarías, porque para quedarte una paga...! _insistió la mujer mayor.

 _Sí, bueno esto me pasó con doce años, pero también estoy mala de la espalda. 

_¡De la espalda! De la espalda estamos todos hija _interviene la otra mujer. 

_Bueno, _añadió titubeando_ también por mi minusvalía psíquica.

 ¡¡Acabáramos!! pensó mi sombra mientras las otras tres mujeres se quedaron igualmente en silencio.

 ¡Cortita era cortita! Pero...al darse cuenta de que estaba metiendo la pata...  ¡Cómo sabía torear a sus interlocutoras!


Ella cobraba su paga y lo demás no cuenta: "Los altavoces refuerzan la voz pero no los argumentos" de Hans Kaspar.




3 comentarios:

  1. ¡Wow! ¡Qué historia más buena, de verdad!
    Las cosas no están nada bien repartidas, y aquí otro ejemplo, pero claro por las razones que vemos aquí, jijijii
    Fuerte cara.
    Me encanta tu blog - Besos californianos desde Astorga.

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  2. Muchísimos son los caraduras que, como esa "cortita", están viviendo del cuento!!!!!
    Mientras tanto otros que realmente tienen minusvalías no les queda más remedio que levantarse cada día, como pueden, y trabajar soportando los dolores que tienen y que nadie les reconoce.
    Saludos, Mara.


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  3. Hola Freckled: En España hay mucha picaresca. Gracias por visitar mi blog. Un beso.

    Pues sí, Aorillasdelorbigo, muchos con más razón y necesidad sufren, pero así estamos. Un abrazo.

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