Mi amiga habla preocupada y mi sombra escucha sobrecogida:
No era la primera vez que Richar conducía bajo los efectos del alcohol pero sí la primera que tuvo graves consecuencias. Una de las jóvenes del coche contra el que chocó al atravesar la mediana murió y la otra quedó en silla de ruedas, a él por suerte no le pasó nada, algunas magulladuras repartidas por todo el cuerpo.
Los abogados retrasaron el juicio lo más posible para evitar la cárcel a Richar. Ya habían pasado cinco años de la tragedia y el causante de la muerte de su hija hacía vida normal, mientras su amargura iba en aumento. El día 10 de septiembre, fecha en la que había ocurrido el fatal desenlace, marcó el número de teléfono del trabajo de Richar, éste al descolgar el auricular escuchó toda clase de improperios:
_ Yo ya estoy muerta puesto que me has dejado sin hija, pero no cesaré hasta que te pudras en la cárcel, asesino, borracho...
Richar en silencio colgó despacio. Afectado por la llamada, marcó el número de su casa y se lo contó a su mujer para rebajar un poco la tensión que sentía. Su mujer nada más terminar la conversación con su marido, marcó el número de la madre de la fallecida para tacharla de todo y disculpar a Richar:
_ Eres una sinvergüenza, impresentable, fue un puto accidente que nos ha arruinado la vida a todos, no tienes por qué llamar a mi marido, él no es un asesino ni un borracho...
Cuando colgó su propia hija Lara, de 24 años, que la miraba y escuchaba desde el sofá, le dijo en un tono suave y amable::
_¡Mamá, por favor, ponte en su lugar su hija era de mi edad! ¿Qué pensarías tú si la que hubiera desaparecido hubiera sido yo?
La pregunta hizo que la mujer de Richar se sentara abochornada con la cabeza entre las manos sin responder a su hija y sin poder mirarla a los ojos.
Mi aplauso de sombra para Lara: "Las palabras van al corazón, cuando han salido del corazón" de Rabindranath Tagore.
Mi aplauso también y un beso para ti.
ResponderEliminarFeliz semana.
Un instante nos puede cambiar la vida a cualquiera y a todos a la vez, pero hay instantes e instantes, joder qué duro y qué real a la vez.
ResponderEliminarBesines utópicos, Irma.-
Gracias Azzul por palabras y tu paso por mi blog. Un abrazo.
ResponderEliminarIrma, guapísima, ya lo creo el efecto mariposa funciona. Un beso.