Columnistas

"De columnas y columnistas"

Hace unos días leo una crónica de Carmen Rigal en la que contaba como Jordana hace los deberes en silencio al lado de su abuelo, (lo que hacen mis nietos a mi lado). Le sigue que de pequeña pedía que le pusieran nata sobre una rebanada de pan, (lo que hemos hecho todos los niños de pueblo) Sigue con que pasa uno de los días más felices en compañía de su promoción de periodismo y por último "Martín está con tos. Mejor dicho sigue con tos". 

¡Vaya novedad! Mi sombra se pregunta: ¿Y le pagan por esto? Me sonrío.

En el Semanal leo a Pérez Reverte con título "Mujeres peligrosas". Trata de  una mujer energúmena enfrentada a un hombre sobre una trifulca de tráfico en la que ella no tenía la razón. De acuerdo Señor Reverte que las hay, pocas en comparación con hombres, pero las hay y lo grave es que van en aumento. 

Lo que me llamó la atención fue lo que siguió sobre lo que escribe.  Media página escrtita con sorna de lo que supuestamente podía ocurrirle a la mujer para comportarse como lo hizo. " A lo mejor llega tarde al trabajo porque... Sigue una retahíla de cosas que si se juntaran esa mujer en vez de una "tía desgarrada y bajuna", como usted supone, sería una heroína. 

Lo que peor me pareció fue lo de "...intentando le den hora en la clínica para echar un vistazo a ese bultito que hace tiempo se nota bajo el pecho..." seguro que si fuera mujer no trataría el tema con tanta frivolidad. 

Mi sombra sabe que hay que rellenar la columna obligatoriamente como sea. Pero... es una forma burlona de tratar el tema de la salud de muchas mujeres que son las únicas que traen su sueldo a casa incluyendo todas las preocupaciones del hogar, que no son pocas. 

De cumplirse sólo la mitad de las que usted, nombra y supone, justificarían más de un cabreo femenino. 

Sin acritud:"Ellos (los eruditos) saben todo lo que no nos importa" de Francisco Silvela de Le Vielleuze.