El pasado 20 de abril, el escritor Eduardo Mendoza recibió el Premio Cervantes. Tras recibir el premio, Mendoza dedicó buena parte de su discurso a recordar el peso que en su vida tuvo El Quijote." Desde que en la escuela su lectura fuera una revelación, para quien era un niño empeñado en escribir, pero que no sabía ni cómo ni sobre qué".
A mi sombra le hizo mucha ilusión esta frase sobre la lectura de El Quijote en la escuela. Sólo hace dos semanas que entré en una zapatería. La joven que me atendió me dijo que me conocía de haberle dado clase. Yo no la reconocí porque el cambio en los ex-alumn@s es muy grande. Al decirme su nombre, Tamara, la asocié con aquella niña alta y rellenita que hoy es una joven guapísima y con un tipo estupendo. La visualicé sentada en su pupitre al lado de Dani, un niño no muy alto y delgado. Los dos en 6º de Primario y ambos muy inteligentes.
Charlamos y me sorprendió con una frase: "Recuerdo que nos hiciste leer el Quijote en clase". Me encantó que recordará al Gran Libro. Leíamos libros en voz alta para toda la clase y aunque eran versiones adaptadas a la escuela, mi sombra les leía las páginas menos entendibles para aclararlas.. ¡Qué curioso! Le había gustado y lo recordaba.
Hoy los jóvenes a pesar de las nuevas tecnologías, o por culpa de ellas, leen muy pocos libros. Me sentí bien y me hizo ilusión que recordara en especial El Quijote. ¿Quién sabe si la lectura de "El Lazarillo de Tormes" empujará a escribir a algun@ de mis ex-alumn@s? Simplemente que le traiga gratos recuerdos es una gran recompensa.-
Sentí mi granito de arena: “La lectura hace al hombre completo; la conversación, ágil, y el escribir, preciso” de Francis Bacon.
Yo también tuve la suerte de que me "obligaran" a leer en clase el Quijote. Nunca olvidaré lo nervioso que me ponía, cuando después de un punto y a parte, me tocaba leer a mí!!
ResponderEliminarQué tiempos tan bonitos. Un abrazo, maestra.
Yo les hacía salir al frente de la clase así que supongo que los nervios en alguno serían aún mayores. Claro que así no se perdían y yo les decía dónde continuaban. Sí lo eran. Abrazos.
EliminarSí, hoy se lee menos.
ResponderEliminarSaludos desde Alcalá de Henares desde donde se hizo la entrega del Premio Cervantes.
Así lo creo, Manuel, a pesar de que se compran más libros, es curioso. Aplausos par Alcalá de Henares allí tiene su casa Cervantes, un honor. Saludos.
EliminarYo también tuve un maestro para el que la lectura diaria era obligada.
ResponderEliminarEn aquella escuela leíamos entre otros, el "Cien Figuras Españolas".
Me encantaba leer.
Salu2.
Alfredo, recuerdo ese libro en todas las escuelas por las que pasé, algunos eran verdaderas joyas. Un abrazo.
EliminarMi madre fue mi maestra de lectura y después docentes que también me encaminaron en otra pasión la de escribir. Una hermosa historia Mara.
ResponderEliminar¡Qué suerte Ambar! Yo también recuerdo los cuentos que nos leía mi madre junto a la cocina de carbón. Un beso.
EliminarRecibiste un premio (que te recordara y te lo comentara) a tu entrega como educadora. Las nuevas tecnologías se pueden utilizar para leer libros, quien no lee que no le eche la culpa nada mas que a el mismo. Un aplauso a todos los maestros y un abrazo
ResponderEliminarEs así Ester, hoy no se necesita comprar libros para leer pues tenemos muchas opciones, otra cosa es que tengamos el hábito eso ya es más difícil de conseguir. Besos.
EliminarEn mis ya muy lejanos comienzos en el mundo de las comunicaciones, trabajé un tiempo en Radio Cervantes de mi ciudad, Santiago de Chile. ¡Algo es algo!
ResponderEliminarUn beso austral.
Ya lo creo Esteban, ese nombre llena mucho. Debe de ser un bonito trabajo el de la radio Un abrazo boreal.
EliminarSiempre van surgiendo brotes cuando se siempre.
ResponderEliminarEnhorabuena, Mara.
Tú lo has dicho Dyhego, hemos de sembrar algo nace siempre. Gracias. Saludos.
EliminarTiene que ser muy bonito cuando te encuentras con un alumno y te recuerda esas anécdotas o esas experiencias que gracias a ti ha podido tener como con ese Quijote, imagino que ha de ser muy satisfactorio porque se recuerda a aquellos que te hacen sentir, curiosidad o ganas de aprender y sobre todo te ayudaron a saber pensar. Se olvida a los que poco te aportaron.
ResponderEliminarUn saludo
Lo es Conxita, es muy grato la verdad. Gracias un beso.
EliminarQué bonito que se acuerden de uno por cosas que nos gustan, no???
ResponderEliminarFelicidades Mara!
Besos =)))
Pues sí Liliana, a veces piensas que todo lo aprenden sujeto con alfileres pero te das cuenta de que algo queda siempre. un besote.
EliminarEs para sentirse orgullosa. Al aficionar a alguien a la lectura le estamos dando el mejor de los patrimonios.
ResponderEliminarBesos
El más grande Ambar, porque leyendo se puede llegar a lo más altas aspiraciones. Un beso.
EliminarLa lectura es como un alimento necesario en nuestras vidas, hay que encaminar a los pequeños a que sientan pasión por ella. Es hermoso que Tamara te recordara.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Conchi, sólo que ahora en el tiempo libre la mayoría de los chico/as se dedican a jugar con las maquinitas. ¡Es el momento que les toca vivir! Abrazo.
EliminarSí, también de niño tuve en el colegio de lectura El Quijote, 1956. Y sí, siempre me gustó leer y algo escribir...
ResponderEliminarMis nietas hoy, 13 y 6 años, leen, escriben, pintan, se expresan, cada una a su manera, a su tiempo de vida. Los tiempos de ayer no son los mismos, lo importante es ir en consonancia con los actuales, "tintados" eso sí con lo adecuado que los mayores seamos capaces de transmitirles.
Abrazos, Mara.
Escribir, Ernesto, te gusta y lo demuestras en tu Cayado de Sándalo. Yo creo que quien escribe también lee seguro.
EliminarTienes suerte yo tengo seis y de ellos amor por la lectura tienen dos, los demás si le andas rogando al fin lo hacen. Un abrazo.