GRACIAS, Dr. Gervás por su dedicación y su buen hacer.
Un domingo a finales de septiembre mi nieta de siete años se cayó a media tarde en el parque y rompió su brazo izquierdo. Su madre apenas podía guiarla y sujetarle el brazo completamente roto a la altura del codo. Una pareja joven la vio y el chico tomó en brazos a la niña y su madre le llevaba el brazo elevado. Gracias también a esta pareja desconocida y solidaria.
Primero se dirigieron a HM Regla, era fiesta y el Dr. Rodríguez traumatólogo, no estaba ni apareció. Por teléfono decidió que la ingresaran en el hospital. Una ambulancia nos trasladó y la operación comenzó a las doce de la noche y finalizó sobre las tres de la madrugada. La operación salió bien, pero nos informaron que podía tener consecuencias negativas en uno de los nervios del bracito. Unas agujas metálicas sobresalían de de la cicatriz
Uno de los días al hacerle la cura en la clínica Adeslas, las enfermeras se asustaron. Había algo verdoso y olía mal en una de las agujas. Avisaron allí mismo al traumatólogo Dr. Juárez que acudió y ni se dignó echarle un vistazo, no era un caso suyo.
Las enfermeras alucinadas avisaron a la pediatra (gracias también, Dra. Cristina) que de inmediato le recetó antibióticos y llamó por teléfono al Dr. Luis Teodoro Gervás, el traumatólogo que la operó para que nos recibiera. Nos hizo un hueco en su agenda y de nuevo Helena fue operada tres semanas más tarde ya que la infección podía llegarle al hueso. Todo fue bien.
Hoy la pequeña sigue en rehabilitación pero mueve ya el brazo con soltura. En una de las últimas visitas al doctor Hervás, éste le dijo a mi hija:"Va bien. El milagro va bien", esa frase indica la gravedad de la complicada rotura.
Por eso hoy, toda la familia está superagradecida al doctor Gervás por su ética y dedicación. En nuestro caso, tanto al Dr. Rodríguez como al Dr. Juárez les faltaron ambas.
¡Buen trabajo, Doctor Gervás, mil gracias! «Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad» de Alber Einstein.
Suerte tenemos de los buenos médicos.
ResponderEliminarUn abrazo, me alegro que todo haya acabado bien.
Gracias, si yo creo que la mayoría son buenos pero de vez en cuando nos topamos con alguno que no lo es tanto. Saludos.
EliminarVaya susto tan grande y como dice Alfred qué bien que tenemos grandes profesionales, la pena es que esos dos doctores que no tuvieron ni profesionalidad ni ética deberían dedicarse a otras cosas porque esa rotura era grave y tenía consecuencias. Y lo peor es que esos malos profesionales pueden cambiar vidas.
ResponderEliminarMe alegro que tu nietecita se esté recuperando bien.
Tanto para bien como para mal, Conxita, dependemos de ellos y no hay más remedio que seguir confiando. Gracias. Un beso.
EliminarLos médicos no hacemos milagros pero tenemos la obligación de intentar hacerlos.
ResponderEliminarMe gusta que haya profesionales como el Dr. Hervás y me alegra que se les reconozca su labor y me indigna enormemente que haya médicos ( a éstos no quiero calificarlos como profesionales) que sean capaces de hacer lo que describes.
Espero que tu nieta se restablezca.
Un beso
Así es Ambar, no hacéis milagros pero lo intentáis todo y eso es lo importante. Los que no lo intentan quiero creer que sean los menos. Besos.
EliminarUn buen detalle agradecer al doctor que hizo su trabajo, tambien está bien el tirón de orejas para aquellos que no se detuvieron a trabajar. EN general y la experiencia que he tenido con los médicos siempre ha sido positiva. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegro Ester, que tus experiencias con los médicos hayan sido positivas porque creo la mayoría son buenos profesionales. Besitos.
EliminarEsperando se recupere lo mas rápido posible que a esas edades suele ser mas rápida que a edades mas avanzadas.
ResponderEliminarSi es cierto que siempre te puedes encontrar buenos profesionales y otros que dejan que desear.
Hace pocas fechas tuve que realizar una analítica de sangre y otras muestras. Las analíticas en mi centro de salud se comienzan a las 8:30 y ese día tuve que ir a trabajar un poco antes de lo normal y llegue a las 8:45 (que en otras ocasiones aun hay personas pero no ese día) una de las enfermeras me llamo la atención. La otra no me dijo nada entre otras cosas porque sabe que mi trabajo esta a una distancia de 6 kms ya que fuimos vecinos.
Saludos.
Gracias Tomás, sigue muy bien. ¿Ves? Dos profesionales de enfermería y mira que trato tan diferente, sólo por un cuarto de hora que además tiene buena justificación. Un saludo.
EliminarMe alegro que lo de tu nieta vaya bien y que ya mueva el brazo con soltura.
ResponderEliminarGuillermo
Gracias Guillermo, sigue muy bien. Saludos.
EliminarMara, me alegro de que al fin todo haya salido bien. Las fracturas del codo son complicadas; suerte que disteis con un buen profesional.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Fany, gracias fue una rotura muy muy complicada y por si fuera poco la infección. Un beso.
EliminarMe gusta leerte
ResponderEliminarlas cosas que nos pasan a nosotras a veces
un gran abrazo desde Miami
Gracias RECOMENZAR. Añoro el tiempo en Miami, claro que fui en verano. Aquí en el norte de España hace un frío muy grande pero no hay más remedio que dejar pasar el invierno. Un beso.
EliminarAy, Mara, me alegro que todo vaya bien, pero de historias de médicos desaprensivos como los que nos citas, los hay y muchos, pero afortunadamente hay un numero igual, no más, que entienden que su vocación de médico es una vocación de servicio, de servicio a los demás.
ResponderEliminarTe contaría mil perrerías sobre médicos, tantas como de saludables gestas, pero no, prefiero alegrarme por ti y por esa niñita que tanto quieres y olvidarme de lo malo.
Un abrazo muy fuerte
Gracias por tus palabras Enrique. La verdad que como dices la vocación es fundamental pues es una profesión muy difícil. Un beso.
EliminarQué bueno que cayó en buenas manos!
ResponderEliminarSaludos!
Sí, así fue Soñadora, a pesar de los dos doctores anteriores. Un abrazo.
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