Arturo es un anciano-joven de 84 años. ¡Todo un personaje! Tiene una mente muy despierta y sacos de experiencia a sus espaldas. Desde su jubilación, ya hace más de dos décadas, disfruta haciendo lo que más le gusta, viajar, pasear y charlar con la gente.
Toda la vida laboral de Arturo tuvo lugar en un banco, donde ocurrían a veces casos impactantes, por lo que nos cuenta muchas anécdotas de esa época. Arturo ganaba un gran sueldo y cuando se separó de su esposa, el juez le exigió una compensación a su mujer en forma de pensión por los años vividos juntos. Tres años más tarde, tuvo la suerte (eso dice él) de que su ex-mujer falleciera así que él económicamente muy solvente se ha dedicado a disfrutar de su tiempo que es mucho como le place..
Un día de agosto me contó un caso curioso. En los bancos, como sabemos hay depósitos, cuentas o libretas que pueden ser CONJUNTAMENTE O INDISTINTAMENTE a nombre de dos, tres o más personas.
En este caso, en tiempo de las pesetas, había una cuenta puesta INDISTINTAMENTE a nombre de padres, hijos y nietos. Un día de verano falleció la matriarca, que ya era viuda. Aún estaba la mujer de cuerpo presente, cuando apareció uno de sus nietos por el banco preguntando, cuánto dinero había en la cuenta de su abuela. Le informaron que dos millones de pesetas.
Como podía hacerlo, pidió que le dieran todo el dinero, a lo que le dijeron que no podían hacerlo porque para cerrar la cuenta se necesitaba el permiso de todas las personas que figuraban en ella. Entonces el nieto preguntó: ¿Cuánto puedo sacar? Y no sin asombro escuchó: ¡¡Se puede llevar un millón novecientas noventa y nueve mil novecientas noventa y nueve pesetas!!
El joven sacó de la cuenta los dos millones menos una rubia que contenía. Al día siguiente otro avispado familiar llegó al banco con la mismas intenciones... ¡Ya no había fondos para él, había llegado demasiado tarde!
Ya lo dijo Pío Baroja: "El hombre: Un ser un milímetro por encima del mono cuando no un centímetro por debajo del cerdo".
¡Que sabio Pío Baroja!
ResponderEliminarBesos.
Ya lo creo Alfred. Un abrazo.
EliminarTristemente ocurren esas cosas. Y sí, Pío Baroja, sabía de qué hablaba.
ResponderEliminarUn beso, Mara
Ocurren Carmela y a lo mejor no son tan raras. Besos.
EliminarSeguro que sucede, y ha tendido suerte la dama de que no se lo quitaron estando viva. Abrazos
ResponderEliminar¡Cuánta razón Ester! hay demasiados casos en los que se aprovechan de ancianos y cada vez más porque en España la sociedad está muy envejecida. Un beso.
EliminarMe gusta lo que cuentas Siempre me entretienes cuando vengo a tu rincón Abrazos querida
ResponderEliminarA mí RECOMENZAR, me encanta no sólo leerte además escucho tu voz y eso es un lujo. Un beso grande.
EliminarHay familias y "familias", estimada Mara. Es la ley de la vida que en muchos casos involucra también a la muerte.
ResponderEliminarAbrazo austral.
Sí, mejor Esteban que estas cosas ocurran después de la muerte lo malo es que a veces ocurren estando la persona aún viva y eso es mucho peor. Un beso boreal.
Eliminar" El que no corre vuela" Esas cosas ocurren con frecuencia, el dinero de las herencias ocasiona muchos disgustos a las familias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Helio los españoles y la picaresca van bastante juntos. Lo peor es que como dices las familias se rompen y ya no se recomponen. Abrazos.
EliminarEl dinero hace estragos en ciertas personas.
ResponderEliminarBesos.
Cada vez más Sara, porque además según dicen cada vez hay más pobreza y aumentan los millonarios, ¡qué contradicción! Un beso.
EliminarLa pela es la pela...Saludos.
ResponderEliminarAsí es jfbmurcia, no cuenta destrozar familias. Un saludo.
EliminarLa historia que nos cuentas sin duda casa perfectamente con la frase de Pio Baroja. Un abrazo y buen finde Mara.
ResponderEliminarSí, Ainhoa, se vé que Pío Baroja lo tenía muy claro. Gracias, un beso.
EliminarPuff¡¡
ResponderEliminarHoy en día cada uno va a lo suyo. Da igual que sean primos, nietos, hermanos...
No importa quien pueda salir perjudicado.
Primero yo y después yo.
Es verdad Manuel, vamos a lo nuestro y el que venga detrás que espere. Saludos.
Eliminar¿Sólo un centímetro?
ResponderEliminarVarios kilómetros se acercaría más a la realidad, me parece.
Saludos,
J.
Tienes razón José, los seres humanos somos casa vez más egoístas. Un saludo.
EliminarPor desgracia parece que este tipo de curiosidades se dan con mucha frecuencia.
ResponderEliminarFeliz semana
Confío en que no, Conxita, pero el dinero atrae tanto que no se miran las consecuencias.
EliminarGracias. Un beso.
Esto suele ocurrir recuerdo cuando por enfermedad inhabilitamos a mi madre quedando yo de tutor le comente a un amigo juez que por cierto trabaja en León por las veces que tenía que acudir al juzgado, me comento que muchas veces pasaban casos como el que comentas.
ResponderEliminarSaludos.
Tomás, si quedaste de tutor además de visitas al juzgado, espero que no tuvieras mayores consecuencias ni contrariedades con los demás de la familia que eso aún sería peor. Un saludo.
Eliminarun texto lleno de sabor de riqueza infinita
ResponderEliminarGracias, RECOMENZAR. Un beso.
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