Cuando comienza el curso se vuelve a oír hablar de "bullying". Desde siempre se han dado casos, pero me alegro que sea ahora cuando estamos más mentalizados sobre el tem. Es difícil detectarlo rápidamente, pero es en los primeros momentos del "acoso escolar" cuando es más fácil atajar el problema.
David entró en mi clase, una escuela unitaria con diferentes cursos, con cinco años y estuvo en ella hasta finalizar sexto curso en el que la ley les obligaba a trasladarse al CRA (Colegio Rural Agrupado). Hasta ese momento el profesorado de Primaria daba todas las asignaturas por lo que conocíamos muy bien las relaciones entre los escolares en el aula y fuera de ella.
David era un niño inteligente y alegre al que le encantaba ir a clase. En segundo curso al pequeño le salieron unos quistes en el cuello, al principio dos o tres, pero conforme el niño crecía los bultos iban en aumento. Le quitaban alguno y le volvían a salir otros. Era muy difícil disimularlos.
David se encontraba bien sin dolor alguno. Los padres sabían por los médicos que eran nódulos benignos, pero... Llegó un momento en el que algún niño y alguna niña comenzaron a apartarse de David y ahí tomé una decisión. Llamé a su madre, una mujer noble y trabajadora con un "insoportable suegro" en casa al que cuidaba. Le dije que por favor pidiera al médico un sencillo informe sobre el problema. A los ocho días el padre me trajo el informe del doctor, donde se decía que los nódulos eran ganglios que desaparecerían con la edad y por supuesto que no había riesgo de contagio alguno.
Informé a los niños y a los padres a quienes pedí que comentaran con sus hijos que David era un niño más con un problema que no era para nada peligroso para ellos. Desde ese momento David fue uno más en la clase y desapareció el vacío que había comenzado a su alrededor.
Hace unos años me encontré con el padre de David en un centro comercial y me dio las gracias por todo. Ellos y su hijo me recordaban y David ya estaba en la Universidad. Las maestras y maestros cuando algún ex-alumn@ se nos acerca con respeto y cariño nos sentimos especiales.
El domingo pasado en un tanatorio, una ex-alumna se acercó para darme un abrazo. Recordaba muy gratamente los cursos de 7º y 8º que había cursado conmigo. Me presentó a sus hijas y compartimos unos momentos muy agradables a pesar del lugar en el que nos encontrábamos..
Siempre seguiré sintiéndome maestra: "Nosotros, los mortales, logramos la inmortalidad en las cosas que creamos en común y que quedan después de nosotros» de Alber Einstein.
Mi aplauso por tan buenos comportamientos. Todos tenemos buenos recuerdos de los que fueron grandes maestros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Alfred, yo siempre me consideré vocacional, que en estos tiempos tan difíciles los docentes no lo tienen nada fácil. Abrazos.
Eliminar¡Qué recuerdos me has traído de mis tiempos de trabajo! Todavía están frescos en la memoria, pues no hace todavía un año que estaba en mis clases. ¿cuántos fuegos tenemos que apagar los docentes! Pero luego, como cuentas, es muy gratificante encontrase con antiguos alumnos y que te saluden por la calle. Da muchísima alegría. Un abrazo, Mara.
ResponderEliminarMuchas gracias Rita, muy frescos están tus recuerdos, seguro que en algunos momentos echarás de menos las clases, pero ahora a disfrutar de un descanso merecido. Un beso.
EliminarNada más justificado que una demostración de cariño para algún maestro al cabo de los años, Mara.
ResponderEliminarSaludos australes.
La verdad, Esteban, que es muy muy gratificante. Abrazo boreal.
EliminarQué suerte tuvo Mara de tenerte de profesora y que con tu manera de hacer pararas esos comportamientos.
ResponderEliminarA veces el problema es no actuar inmediatamente y pararlos.
Y sí qué bonito ese cariño por los buenos maestros.
Besos
Sí, Conxita, a veces es difícil detectarlos pronto sobre todo en los grandes colegios.
EliminarQue te recuerden da mucha alegría. Un beso.
Por suerte hoy se le presta mas atención a ese problema, pero aun son muchos los casos de niños que sufren acoso escolar. Creo que si hubiera menos alumnos por aula ayudaría a los profesores a descubrir esos casos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por lo menos, Helio, se habla del problema que siempre existió. Estoy de acuerdo demasiados alumnos en las clases y sobre todo en los patios que es donde más se da. Abrazos.
EliminarToda una lección de sabiduría para afrontar un caso como este Mara. Te felicito.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Conchi, en mi caso al ser una escuela unitaria era mucho más fácil. Un beso.
Eliminarque maravilloso relato lleno de profundidad y emociones te felicito abrazos
ResponderEliminarMuchas gracias RECOMENZAR, es un gravísimo problema que a veces pasa desapercibido. Besos.
EliminarLa labor de un buen maestro- una buena maestra en tu caso- te marca de manera especial. Suele dejar una huella indeleble. Enhorabuena por tu actuación en un tema tan sensible y al que hay que saber atajar desde el primer instante. Un beso.
ResponderEliminarGracias Maripaz, desde luego si es vocacional como es mi caso marca para siempre. Creo que en mi caso con pocos alumnos no era tan difícil. Un abrazo.
EliminarEn esto se basa el buen aprendizaje de la vida, nadie es mejor que nadie y el papel de profesores lo tenemos algunas veces muy oscuro, porque todo está cambiando y no es para mejor- Bien por ti, maripaz.
ResponderEliminarUn abrazo
Tienes razón, Ángeles, y el cambio por desgracia no es para mejor. Sobre todo en Secundaria con estas leyes, cada vez está más difícil. Gracias por tu visita. Abrazo.
EliminarOjalá todos los docentes tuvieran el compromiso tuyo a la hora de luchar contra la lacra del Bullying... no abundan... y, sin embargo, son imprescindibles para erradicarlo.
ResponderEliminarEnhorabuena y gracias por ejercer la docencia con ese compromiso.
Lo importante, Impersonem, es detectarlo pronto y a veces no es nada fácil. Gracias a ti por tu visita. Saludos.
ResponderEliminarHola Mara , esta entrada es muy bonita y demás quiero decirte , que es digno de admiración cuando tanto por parte del alumno y profesorado , te encuentras gente buena que valora tu trabajo y ves que te preocupas por los alumnos , yo tenía uno en especial que se llamaba don Maximino , y era muy bueno era un encanto de profesor , pero han pasado 20 años y por desgracia no he vuelto a saber de él , en fin cosa de la vida , te deseo una feliz mañana , besos de flor.
ResponderEliminarHola Mara, gracias por estar en mi blog, aquí tienes una ueva seguidora. Será un gusto leerte!!
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