jueves, 25 de febrero de 2021

Llamadas

                            Fotografía obtenida de Google

Todo no vale.

Suena el fijo y descuelgo: 

_Hola, buenos días hablo con la señora...  dio  nombre y apellidos. Contesto: ¿Sí? 

_Mire le llamo de Seguros "Contrampa" (le doy el nombre que merecen) para concretar lo que estuvimos hablando hace unos días. 

_¡Qué! No conozco ese seguro y yo con usted no he hablado en la vida.

_ Mire señora, recuerde que hace una semana hablamos... 

_¡Nunca! Y colgué. 

Mi peluquera tiene un negocio con el rútulo del nombre de su marido. Por allí pasan viajantes de varias casas, algunos ya conocidos. 

Uno de estos días llamó un viajante que supuso que sería nuevo porque no le sonaba. 

_Soy Jesús de la firma "tal". Hace unos días hablé con su marido Antonio y quedó de confirmarme unos pedidos. ¿Se puede poner, por favor?

 _¡Ah, sí ¿Cuándo dice que habló con mi marido? 

_Concretamente hace una semana y le agradecería que se pusiera él al teléfono. 

_Muy bien, pues es muy difícil que se ponga. Que usted hablara con él imposible, a no ser, que tenga contacto con los muertos pues mi esposo hace más de veinte años que me dejó viuda. 

_¡Perdone, lo siento mucho ha sido un error. Disculpe. 

_Usted es un sinvergüenza y si es nuevo su obligación es trabajar informándose de quien está en la actualidad a cargo del negocio, antes de mentir y meter la pata. De la casa que usted representa no quiero volver a saber nada nunca más y cortó. 

Hubo llamadas por parte del dueño de la empresa pero a pesar de la amabilidad por ambas partes ella, siguió en sus trece, no volvería a solicitar sus productos.


 El trabajo es tema serio: "Una hormiga en marcha hace más que un buey durmiendo" de Lao-Tse.



jueves, 18 de febrero de 2021

Malhumorados

 

                              Foto obtenida de Google

 ¿Estamos perdiendo el Norte? 

Paseo por la zona de Eras cercana al Bernesga, con amplias sendas y caminos. Voy por el centro de un camino de unos cuatro metros de ancho. Camino ensimismada haciendo equilibrio sobre una maderas que dividen la ancha senda deportiva en dos. 

Un viejo, le llamo viejo porque se lo merece, aunque no era muy mayor, unos 65 años. Al pasar junto a mí me soltó de mala manera: ¡No puedes ir por el otro lado, con el espacio que hay, que tienes que ir por el medio! Me quedé tan cortada que no supe que responder. 

Me pregunto: ¿Es que porque a las personas mayores les ataque más el virus, las que estamos sanas tenemos que ir por la vida tristes, con miedo a los demás y enfadadas? Por ese lugar pasea mucha gente y se cruzan en lugares más estrechos y más anchos y nadie pone mala cara ni se aleja. 

Otro chasco: Subo, desde el Paseo de Salamanca, por una escalerita estrecha al lado del puente de San Marcos. En el medio me cruzo con una pareja y un niño que bajan en fila. Al llegar a mi altura el padre, supuse, me espetó: No pudiste esperar a que bajáramos. Estuve por contestar: Podían haber esperado ustedes a que yo subiera. Nada dije. La verdad es que no supe si ellos habían comenzado en primer lugar a bajar o mi sombra había comenzado a subir primero. Por supuesto me callé, por menos de un "quítame allá unas pajas" algunos individuos comienza una trifulca que no se sabe como terminará.. 

¿Por qué estamos tan frustrados? Sé que será por la pandemia pero si paseamos, no estamos mal, tenemos salud y tiempo libre del que muchas personas no pueden disfrutar. ¿Por qué hemos de ir enojados con todo el mundo? 

¡¡¡PRIMAVERA...!!! Ven pronto para ver si calmas los humos de muchas personas. Y tú, VIRUS MALDITO, lárgate ya de una vez


Algunas personas parecen mayores, sin ser ancianas, por su actitud: "De todas las cosas que le pasan a las personas, la vejez es la más inesperada" de León Trotski.


jueves, 11 de febrero de 2021

¿Es Carnaval?


 ¡Ah! pero... ¿Es Carnaval? Sí, dicen mis nietos, el lunes y el martes sin clase. Vale, vale, pero si no hay desfile ni la gente se va a disfrazar. En mi instituto sí _dice Hugo_ el viernes podemos ir disfrazados y yo voy a ir de Akatsuki. ¿De qué? pregunto. Me contesta su madre: de personaje de una serie que llevan un mono negro con capucha y una especie de nubes rojas. 

_Hija no sé de qué me hablas, recuerdo que en un viaje a Croacia la guía nos mostró un rincón especial con personajes de la serie y nos dijo: Aquí se rodó "Juego de Tronos" y a mí me sonaba a chino, pues igual. No mamá, es que yo parece que salgo de un "agujero de gusano" con éstos. ¡Otra! ¿Y eso que significa? Pues parece que viajo en el espacio y me encuentro en tiempos distintos.

 _Pues ahora que lo dices, lo mismo que me quedaba yo cuando de adolescentes teníais unas expresiones que no entendía como: ¡No te ralles! ¡No me chines! ¡Qué potra! yo alucinaba. Hoy, ya parecen expresiones de lo más corriente. 

_Si te digo lo que me dicen ni te imaginas a qué se refieren,  por ejemplo. Esto es "Efe" ¿Qué te imaginas? Pues algo feo _contesto_ Pues es guay. Y si te dicen "Efísimo" quieren decir que es buenísimo o "Facheco"  para nosotros "facha" nos suena mal, pues "facheco" es lo mejor. 

_Dime, dime que como no salgo ya no sé qué escribir. 

_Pues ayer Lena me soltó: Esto da "quiringe" y le dije: ¿Qué quieres decir? Pues que da "quiringe" y de ahí no la saqué, por la expresión es algo que le da repelús. Lo peor fue ayer, le dije a Hugo que se duchara y me soltó: "los Otakus no se duchan tanto" .Lo que te digo que parece que viven en otro planeta o por lo menos en Japón con las series de  Manga y de Anime. y no sé cuántas más. Mi sombra la escuchaba sonriendo y continuó:

_ Lo último de Hugo fue que  mientras jugaban al Main Krak  o a otro juego, le dijo a su hermana: "Kraftéate un filomiau" _sin parar de reír_ preguntó: ¿Y qué era? Que pedía a su hermana que le construyera algo el "filomiau" es una espada, un arma poderosa. Te digo que me siento como si no viviera en este siglo con mis hijos, cada día me traen alguna expresión nueva y por supuesto incomprendida para mí.

 Esta sombra está de acuerdo en que semejantes modismos están a años luz de su mente. Pues nada a reír, que sí se puede. Ya que no nos disfrazamos, son las palabras las que se vuelven desconocidas con atuendos japoneses. Y... entretanto esperaremos al Carnaval del 2022.


Alégrate que es Carnaval: "Musa, la máscara apresta, ensaya un aire jovial y goza y ríe en la fiesta del Carnaval" de Rubén Darío.

  



jueves, 4 de febrero de 2021

Volver a empezar

Amaya tuvo dos hijos con su primer marido del que se divorció cuando sus hijos tenían siete y nueve años. Amaya se casó de nuevo con José que era un hombre soltero pero con muchos deseos de ser padre. 

Pasaron dos años y José insistía en que quería ser padre y animaba a su mujer a ir a por la niña. Amaya dudaba pero después de dos niños, una niña... Al final accedió y llegó la niña. ¡Y... qué niña!  Una llorona que no cesaba su llanto ni de día ni de noche. Pasaron los meses y la pequeña seguía con su llorera inconsolable a medida que las discusiones entre sus padres aumentaban. 

 Amaya un día explotó y echó en cara a José lo que pensaba: ¡Por tu culpa! Ahora que ya había dejado de hacer biberones y poner pañales me has hecho volver a empezar.  José en el fondo se siente responsable pero no se calla. Los vecinos se preocuparon por tanto llanto que no les dejaba pegar ojo y preguntaron a los padres el por qué de tanto lloro. El pediatra nos dice que está bien. ¡Qué le vamos a hacer! Salió llorona. Contestan los progenitores. 

Las discusiones a gritos e insultos entre la pareja iban a más y para que sus vecinos no llegaran a denunciar por el lloriqueo y sus trifulcas, el matrimonio se fue a vivir a una casa en un pueblo cercano a la ciudad. Las peloteras entre la pareja no cesaron. Lo que hace, en opinión de la nueva vecina, que la niña aún llore más y más. 

Al padre se le escucha intentar calmar a la niña, tiene mucha paciencia con ella y siempre le habla con cariño, mientras que Amaya le vocea y no para de repetir: ¡Esto es insufrible! Los altercados entre los miembros de la pareja y las faltas de respeto continúan.

La niña ya tiene año y medio y sigue llorando. Sus nueva vecina que tiene dos hijos se pasa las noches en blanco  a causa de los lloros de la niña y no sabe qué medidas tomar. Las peleas y gritos de los padres, en especial los de la madre de día y los lloros de la niña a todas horas no les dejan descansar y piensa que sus hijos, a veces, también discuten y no quiere malos rollos con sus nuevos vecinos. De momento sufre y soporta la situación. ¿Hasta cuándo?


Una triste situación: "Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad" de Karl A. Menninger.