Un chequeo

 

                Clínica en Suiza. Foto tomada de Google.

Justiniano, o Justi como le llamamos,  es un hombre de 52 años que tiene un gran don de gentes. Un capital que le ha servido de gran ayuda a lo largo de su vida. En su juventud trabajó de camarero muchos años en la Costa del Sol. 

Sobre los 30 comenzó a trabajar en una agencia de viajes que le formó tanto en este campo que decidió poner, junto con otro compañero, una agencia de viajes en la que todo funcionaba a través de Internet. Les fue tan bien en el negocio que decidió comprarle su parte al amigo. Llegó la pandemia y volvió a vender la mitad de su empresa por temor a perderla.

 Cuando se volvió a esta "relativa normalidad", comenzó a pensar en los muchos impuestos que pagaba en España por su empresa. Así que, decidió instalarse en Suiza, donde actualmente reside y le va de maravilla tanto que se permitió el lujo de hacerse un chequeo en una clínica privada que le costó 37 000 euros. 

Antes de seguir contaré que Justi No está vacunado del Covid, pero sí se agenció un certificado falso que le ha servido siempre en sus viajes. A las dos semanas de hacerse el chequeo en el centro médico privado, recibió una llamada de la clínica para que pasara a conocer los resultados. Iba con cierto temor por si habían descubierto su mentira sobre la vacuna. 

La sala donde le hicieron pasar era luminosa y decorada con todo lujo de detalles. El doctor y su asistenta comenzaron a darle datos: % de ... % de ... % de ... Resumiendo.: "Se nota en usted  que la vacuna ha reforzado su sistema inmunológico de una forma sorprendente y nos alegramos mucho por su salud que es magnífica".

Cuidarse está bien. No todo se debe a las vacunas: "Buena salud y buenas emociones son dos de las mayores bendiciones de la vida"  de Publilius Syrus.