lunes, 24 de marzo de 2008

En la calle Ancha










¡Yo soy!


Soy la sombra que estos días deambuló por las calles y plazas de León con miles de turistas.
El Jueves Santo me coloqué entre un hombre alto y delgado con enorme bigote y una mujer baja y regordeta, para ver pasar la procesión de María al Pie de la Cruz.


La procesión hizo una parada. Dos chicas jóvenes intentaron cruzarla entre la mujer y el hombre, a lo que éste con malos modos se opuso, diciendo: "¡Es una norma y no está permitido!".
Las veinteañeras intentaron pasar por el lado de la mujer. El hombre se lo impidió de nuevo recriminándoselo. Ellas, terminaron por dar la vuelta hacia la calle de la Rúa y no seguir intentándolo.
La procesión reinició su marcha. Una de las mujeres, sólo van mujeres en ella, se levantó el "capirote" para saludar a un niño a nuestra altura. El del bigote la increpó diciéndole:

_ ¡Mientras dura el recorrido está prohibido descubrirse la cara!. Ella, se cubrió de nuevo.
Yo miré al delgado, mientras él encendía un cigarrillo. Fumó...y... fumó...hasta que la hermosa Virgen de colorido manto, hermosamente bordado, se perdió Calle Ancha abajo...



Dejé de mirar para pensar... "Sería bueno que intentáramos cumplir más el espíritu de las normas y las leyes, en vez de quedarnos sólo en su letra".



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