jueves, 7 de febrero de 2013

¿Vocación, sí o no?






Dos jóvenes  universitarios, que pasan de los treinta, entran en un restaurante adornado con un rótulo que reza: "¿Quién se atreve a hablar de crisis?"   ¡Está lleno. No hay mesas libres!

Mientras esperan toman unos vinos en la barra y conversan ante variadas tapas: 

_ ¿Qué opinas de lo que ha dicho el ministro Wert, sobre dejar a un lado la vocación y elegir carreras más prácticas?

_Pues, si te soy sincero, a mí me hubiera gustado ser veterinario, sobre todo por los caballos, pero mi padre me obligó a hacer derecho. Siendo él  político, yo terminaré en la política haga lo que haga.

_Realmente que te guste lo que estudias, que tampoco es mi caso, está bien, pero yo como tú terminaré en la política y para eso desde luego no se necesita tener vocación, lo que se necesita es arrimarse a un árbol que dé mucha sombra. 

_Lo malo es que con la que está cayendo sobre los políticos, ni putas ganas que tengo de serlo. De momento seguiré en derecho, pero pienso ir a mi ritmo no al que quiere mi padre. 

_Yo tampoco pienso darme prisa, me gusta disfrutar del ambiente universitario, lo voy a echar de menos cuando termine.

 Dejo a lo niños de papá, que serán políticos  por sus "genes". 

Es difícil de imaginar, médicos, profesores, investigadores o curas sin vocación, aunque sé que los hay, y... así nos luce el pelo. 

Que te guste lo que haces para mí sombra ha sido y es IMPORTANTÍSIMO.



El autor del Principio 90/10 Stephen Covey dice:

El  10% de la vida está relacionado con lo que te pasa. El restante  90 % está determinado por la forma en que reaccionamos a eso que pasa... 
_No tenemos control sobre el 10 % de lo que nos sucede pero sí del  90 %  restante".




3 comentarios:

  1. Hay que reconocer que los dos protagonistas, poseen una "base" muy sólida en su hipotética carrera.
    Deberían llevar ya dos y media.
    Saludos

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  2. Me ha gusta la entrada. Un diálogo muy de estos tiempos.
    Un saludo.

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  3. Y tanto, Fonsado, por lo menos dos y media. Un saludo.

    Lo malo, Discanor, es que es difícil que lo que viene de familia, se pase de moda. Saludos.

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