jueves, 17 de octubre de 2013

La "usurpadora"





 Sí, es cierto que llevaban 22 años casados cuando él le pidió el divorcio, pero esas cosas ocurren. 

Otra mujer ocupaba su corazón. Se había enamorado hasta las trancas. ¡Como nunca imaginó! Así lo aseguraba él. La mujer con la que había convivido tantos años, pensaba con rencor que el "viejo verde" se habría ido, a sus 53 años, con una veinteañera. Más tarde se enteró de que la mujer con la que se fue  tenía 49 años. ¡Cuatro años más que ella! Entonces comenzó a imaginar que esa relación duraría poco y que en unos meses estarían de nuevo juntos. No pensaba si sentía afecto o cariño por él, sólo sentía rencor hacia él por habérsela jugado después de tanto tiempo y dejarla con una mano delante y otra detrás.

Pero no fue así. ¡No era un capricho de un hombre andropáusico como ella se decía para sus adentros! La relación continuó muy en serio y eso... ¡¡Nunca se lo perdonaría!! 

Pasaron varios años. Se casaba la hija mayor de ambos. Su padre, como es costumbre, iría de padrino. Su progenitora se negó en redondo a participar. No asistiría a la ceremonia.¡Ni por el fruto de su vientre agacharía la cabeza! No soportaría ver al padre de su hija acompañándola al altar para luego irse con la "usurpadora" como la nombraba habitualmente. Ni por su hija lo haría. ¡No iría a la boda! 

Así lo hizo. Como no fue, tampoco vio las lágrimas de la novia que echaba de menos a quien la trajo al mundo. ¡Ten madre para esto!


Sólo la desposada y su madre, lo pasaron mal ese día: "Las mujeres, al igual que los sueños, nunca son como las has imaginado" de Pirandello. 




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