martes, 19 de noviembre de 2013

"Ausente"





  Alguien dijo: "Los jóvenes van en grupo, los adultos en pareja y los viejos van solos". 

Es una viejecita con "alzheimer" que pertenece a la clase alta de nuestra ciudad. Vive en su casa con una de sus hijas. Una persona se encarga de su cuidado. Muy  cerca de ellas vive otra hija de  la anciana. 

Las dos hermanas se han puesto de acuerdo en dar pequeñas alegrías a su madre y tener unas horas de descanso del constante parloteo de su progenitora. Conocen sus preguntas y respuestas repetidas una y otra vez. A mamá, dicen, de joven, le encantaba tomar el té en casa de sus amigas. Sus hijas han llegado a un acuerdo:

 Cuando una de las hermanas está un poco harta de la monótona conversación de la madre, le pide a su hermana  que la invite  a tomar el té. La enferma se pone sus mejores galas y sube al coche de su hija que la lleva a casa de la señora que la ha invitado, su otra hija. 

Media tarde la anciana toma el té cumpliendo con todas las reglas de urbanidad y educación. Conversa, repitiendo las mismas frases corteses. Cuando ha pasado un tiempo que para ella no existe dice:  

Gracias por el té se lo agradezco mucho señora. El té buenísimo, las pastas exquisitas.... muchas gracias de nuevo, se hace tarde, si fuera tan amable de llamarme un taxi o acompañarme a casa se lo agradecería. Su hija llama a su hermana que pasa a recogerla y la traslada a su domicilio donde cuenta lo muy amable y atenta que ha sido la señora que la invitó, lo cuenta muchas, muchas veces. El té buenísimo, las pastas exquisitas... Seguirá hablando mientras su hija le escucha con una sonrisa. La anciana se siente importante. 


Mi sombra sonrió: "Una de las grandes enfermedades es no ser nadie para nadie" de Teresa de Calcuta.



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