Tuvimos las dos, el siguiente diálogo:
_Otra boda que tengo para el el verano del próximo año, se casa mi cuñada.
_Bueno mujer, mejor una boda que un entierro _comentó mi sombra.
_ Sí, pero ya sabes que hoy las bodas salen por un ojo de la cara, que si el regalo, el traje que vas a llevar, el traslado...
_¿Se casan por lo civil?
_No, por lo civil ya se casaron cuando ella se quedó embarazada. ¡Ya tiene el niño dos años!
_Entonces hacen la boda religiosa?
_No, por la iglesia tampoco se casan.
_¡Ah! pero... ¿hay una tercera forma?
_Sí, sí, ahora en el mismo restaurante el "X" que por cierto es un lugar precioso, se lo disponen todo. Ya les han dicho que no se preocupen que un camarero se encarga de hacer de oficiante de la ceremonia. ¡Como si fuera el cura!
_Pues vaya, a mí eso me parece "hacer el paripé" : Envían invitaciones de boda, ella va de blanco y él de traje como de boda, irá la tuna como de boda y ... no es una boda.
_Bueno, pero es como si te invitaran a una fiesta familiar.
_Una fiesta familiar en la que los invitados pagan el banquete, el viaje de novios, las flores... Lo que yo te diga: ¡Pura farsa, fingimiento, simulación...! ¡Llámale hache!
Pues a disfrutar de la "boda": "La vida es mitad trabajo heroico y mitad espectáculo estético: Trabajar con alegría y contemplar con curiosidad son los dos principios del arte de vivir". De Ricardo Leeón.
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