martes, 20 de mayo de 2014

¡A vueltas con las gomas!





¡No me caliente, no me caliente! 

La joven abrió la puerta a pesar de su convicción de que no debería hacerlo, pero al mirar por la rejilla aquel rostro le dio confianza y su aspecto tampoco le hacía desconfiar. El hombre se presentó y dijo ser técnico del gas. 

Lo hizo pasar. En una mano llevaba una gomas de color naranja que ella conocía muy bien. La verdad es que llevaba años que no cambiaba las gomas del gas. Le preguntó: 

_¿Cuánto me va a costar? 

_Quizás hay que cambiar alguna llave de paso o abrazadera, no más de 200 € .

_¿Qué? ¡Está loco! Me parece una tomadura de pelo. Venga conmigo un momento.

Salio acompañada del hombre de su casa y se dirigió a una ferretería cercana. Por muy pocos euros compró unas gomas nuevas homologadas iguales a las del que decía ser técnico.

_ ¡Ya! Pero... el trabajo de ponerlas... 

_Mire _le interrumpió_ las voy a poner yo. 

El "técnico" al verla dispuesta con las gomas insistió en, cómo las iba a cambiar. 

_ Calentando las gomas un poco. 

_Es mejor que entren a presión. 

_ ¡Lárguese de una put... vez! Con lo que usted me ha calentado, las meto a presión, seguro. 


 Se fue como había llegado, sin poder llevar a buen término su estafa."La falsedad es tan antigua como el árbol del Edén" de Orson Welles.



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