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Lunes 19 de Mayo:

Dicho en peligro de extinción: "Eso no se lo cree ni el que asó la manteca" se dice en casos como el de la policía local que tenía el arma que mató a Carrasco en su coche. Ni el más tonto cree sus explicaciones.

Martes 20 de Mayo: 

 Llegaron al Centro de Primaria representantes de Ox... Sugirieron al profesorado cambiar los libros de inglés por sus libros de texto. Si lo hacían serían agraciados con el título oficial "nivel B2". Se pusieron los libros. Se realizó un examen para cubrir el expediente y ya todo el claustro posee el citado nivel.¡Cojonudo!, como diría mi padre.

Miércoles 21 de Mayo: 

Joven viuda y con dos hijos. Llegó de Cuba reclamada por su cuñado que era homosexual y tenía su pareja. A pesar de eso, su única obsesión era casarse con él para obtener la nacionalidad. ¡Lo que hace la necesidad!

Jueves 22 de Mayo: 

Dos párvulos de cuatro y cinco años. Vieron la verja del Centro entreabierta y salieron. Iban camino del bar cercano. El mayor a  tomar coca-cola  y el pequeño a por "pelotazos". ¿Y los euros? En la hucha. Les cogieron a unos metros del "cole".

Viernes 23 de Mayo:

Los dos habían bebido y de repente un  control. El guardia pidió al conductor que soplara y le soltó: _Mire yo soplar soplo pero bajo su responsabilidad. Estoy recién operado del corazón, tengo una cicatriz aquí _se señaló el pecho,  ¡por algo le llaman el "lanzao"!_  ¿Quiere que se la enseñe? _No, no es necesario, intente soplar. Sopló un poco y comenzó a hacer espavientos mientras decía: Y... la responsabilidad será suya ya se lo advertí... Al final el guardia lo dejó por imposible. 

Sábado 24 de Mayo:

Es ecuatoriana, tiene 12 años. Este mes va a hacer la Primera Comunión. ¡Su gran ilusión! Para el próximo curso ha solicitado un instituto y ha señalado en la casilla correspondiente, su negativa a la clase de religión.

Domingo 24 de Mayo:

Desde que se casó decía que estaba acuñando monedas de cien pesetas para sacarse el carnet de conducir. Pasaron los años, se fueron las pesetas, llegaron los euros, se jubiló y la mujer nunca se sacó el carnet. Disfrazaba su temor: ¡Qué pereza!

Así somos. "Solamente la perseverancia es coronada" de Catalina de Siena.