La herencia de "Tabarilla"

El primer domingo de Mayo se celebran fiestas en varios pueblos de España. En Felechares de la Valdería aunque la patrona del pueblo es la Virgen de las Candelas, se celebra especialmente la fiesta de Santa Elena. 

 Mi sombra trabajó en este pueblo y por eso le tengo un gran cariño. Felechares de "felechos" helechos y Valdería de "valle del Eria". Allí se cuentan hechos documentados y leyendas referidas a Tabarilla, un pueblo que existió entre Felechares y Pobladura de Yuso. Son muchas las personas mayores que iban allí a por hierros, pizarras, maderas y restos de las casas que formaban el pueblo desaparecido. El señor Emeterio, (q. e. p. d.) me contó que su madre de niña, junto con otras niñas, cuando iban a cuidar las vacas a la zona de Tabarilla, se acercaban a hacer ofrendas de flores en los restos de la iglesia. Se cuenta que una de las campanas de la iglesia de Tabarilla hoy está en la iglesia de Santa María de La Bañeza. 

Cuando Tabarilla quedó abandonado hace más de 300 años, Felechares y Pobladura se repartieron las tierras. El río Eria sirvió de frontera, las tierras de la ribera izquierda serían para Pobladura y las de la derecha para Felechares. Pero hubo algo que se disputaron los dos pueblos: La ermita de Santa Elena. Ambos pueblos querían quedarse con la ermita. El señor Obispo de Astorga decidió que se midiera la distancia entre las torres de la iglesia de las dos localidades. El pueblo que tuviera su iglesia más cerca de la ermita sería su heredero. Ganó Felechares por muy pocos metros. Hoy sus vecinos están muy agradecidos y orgullosos de la herencia recibida. Su ermita es el tesoro más querido y a la Santa se la sigue teniendo en todo el valle del Eria una devoción especial como lo demuestran los "votos" en cera ofrecidos a ella y la fiesta en su honor que se celebran cada año.

Comienzan los preparativos diez días antes. Ese día que es viernes hacia las seis de la tarde las jóvenes suben a la ermita para vestir a la Santa y las acompañan todos los niños y niñas de la escuela. Al día siguiente se va en procesión a la ermita.Una vez allí, se rezan cuatro padrenuestros uno en dirección a cada punto cardinal y se baja con la Santa, vestida con sus mejores galas, hacia la iglesia rezando el rosario. En la iglesia se hace la novena en la que cada día se reza y se canta a la Santa.

 El día de la fiesta a mediodía, se lleva de nuevo la imagen de la Santa en procesión de regreso a la ermita. En esta procesión algunas personas que están o han estado enfermas llevan puestas las "mortajas" como ofrenda. Estas "mortajas" son unas vestimentas que están en la ermita desde hace más de un siglo, donaciones de personas que se han curado por medio de Santa Elena. 

Una vez de regreso con la Santa dan tres vueltas a la ermita y colocan la imagen en el interior, en el lugar que siempre ha ocupado. Dedican unos momento a hacer sus peticiones a Santa Elena y a darle las gracias por los favores recibidos. A partir de ese momento la fiesta sigue en las eras que rodean la ermita. Allí, se celebran cada año las carreras de moto-cros que han hecho famosa esta fiesta y se ha convertido en una gran atracción para grandes y pequeños de toda la provincia. 

Pero sin duda la protagonista principal es Santa Elena. Cuenta la leyenda que en Felechares hace muchísimos años quisieron robar la imagen de Santa Elena. Era un día de lluvia y para trasladarla los ladrones, habían llevado un carro con vacas. Una vez que tuvieron la imagen en el carro, al intentar moverlo, se hundía más y más en el barro, se dice que era por lo mucho que pesaba la Santa, por lo que fue imposible moverla del lugar. Los ladrones no tuvieron más remedio que colocar de nuevo la imagen en su  lugar, dentro de la ermita.

Alguien dijo: "El Tiempo es cuestión de tiempo, la Vida es cuestión de vida, la Vida dura un momento, el tiempo toda la vida"