¡Me pasa cada cosa! Acosadora Esto parece un culebrón. Suena el teléfono digo ¿Sí? Nada. Cuelgo. Vuelve a sonar. ¿Sí? ¿Quién es? Nada. Cuelgo de nuevo. Suena por tercera vez. Descuelgo y me quedo en silencio a la escucha:
_Soy la que acosa a su hijo. Me quedo sin palabras. Mire, por favor no cuelgue, no la voy a entretener mucho tiempo. La interrumpo:
_Sabes que esto no está bien.
_Sí, lo sé, pero yo he querido mucho a su hijo y de verdad a veces se me va la olla.
_Mira, tienes que ponerte en manos de un profesional o de una profesional, necesitas ayuda, sabes que una relación tóxica os hace daño a los dos por eso él ya no quiere hablar contigo y te ha borrado de todos sus perfiles y tú a pesar de eso continúas llamándole. Fíjate que yo ya le he dicho que te denuncie porque cualquier día tiene un problema grande contigo.
_Ya lo sé, sólo quiero pedirle una cosa, por favor dígale a su hijo que cambie de teléfono.
_Vale, yo se lo diré, pero es él el que tiene que tomar la determinación. Ya me ha dicho más de una vez, que si intuyo que eres tú la que llama, no hable contigo.
Cualquier enfermedad necesita ayuda: "La salud mental necesita una gran cantidad de atención. Es un gran tabú y tiene que ser encarado y resuelto" de Adam Ant.
No deja de ser una enfermedad.
ResponderEliminarLamentablemente Alfred, pero a veces con graves consecuencias. Saludos.
EliminarDesde luego que así es. Las enfermedades hay que tratarlas porque no solo afectan a los enfermos, también los de alrededor pueden salir afectados.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, Rita, hay acosos y acosos la verdad pero ninguno bueno. Un beso.
EliminarOjala todos los acosadores supieran que lo son y lo reconocieran, podrían recibir ayuda. Abrazos
ResponderEliminarEster, yo creo que hay muchos acosadores que lo son y se dan cuenta otra cosa es ponerle remedio. Un beso.
EliminarPienso igual que Ester. A ese acosador le queda el atenuante que se expone, pero no quita la angustia que provoca en su víctima y su entorno.
ResponderEliminarPor supuesto Esteban que no la quita sino que la aumenta más y más. Un abrazo.
EliminarAl menos se da cuenta e igual pone remedio y se pone en manos de un profesional.
ResponderEliminarBesos
Sí, Conxita el primer paso es reconocerlo desde luego luego ha de venir el segundo. Un beso.
EliminarEstamos en el mundo de los acosadores, y todos parecen tomarlo con tanta calma que ya ni siquiera lo ven como un problema.
ResponderEliminarDemos gracias a las redes asociales.
Saludos,
J.
Sí, José, normalmente hay más acosadores que acosadoras que también utilizan las redes sociales por desgracia, pero desde luego hay que verlo como lo que es: un grave problema.
EliminarUn saludo.
Lo que más me ha impresionado de esta historia son los comentarios. Estoy seguro de que si cambiamos el sexo de los protagonistas los comentarios tendrían un cariz totalmente opuesto.
ResponderEliminarHola Enrique. ¡Cuánto tiempo! Me alegro de verte por aquí. Sí puede que tengas razón, el caso contrario es más habitual y por eso éste se disculpa más, pero la gravedad es la misma. Un abrazo.
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