No hace mucho escribí en el post: "Feve" que el hijo de mi amiga Trini, Fran, está haciendo las prácticas de maquinista. Bien pues ya ha tenido su "Bautismo de sangre". El tren que conducía se acercaba a un paso a nivel sin barreras pero con una señal luminosa que se ve a gran distancia, en un pequeño pueblo de Burgos. Un coche apareció en la vía y por más que Fran frenó y tocó el claxon...
Del golpe por una esquina de atrás al vehículo, la máquina lo sacó de la vía unos metros. Desde el tren petrificados vieron salir del coche a una mujer aparentemente bien. Bajaron, iba sola. Por suerte no llegó la sangre al río. Llamaron a atestados. Mientras el maquinista consolaba a Fran y le decía que la culpa no era suya, que los semáforos estaban en rojo; el ayudante filmaba con su teléfono a la mujer que estaba tranquila comunicándole el percance a su familia por el móvil.
He visto el vídeo y se oye decir a la mujer: Me despisté como por aquí no suelen pasar más que dos trenes al día... Supongo que en caso de juicio el vídeo sea una prueba a tener en cuenta. Fran pasó el día super-nervioso y por la noche no pegó ojo. Cuando habló con su madre, a pesar del susto que le dio, ésta trató de consolarlo diciéndole que él sabía de los casos tan graves que había habido en la familia, ya que el abuelo de Fran y un hermano suyo, habían sido maquinistas de mercancías toda la vida.
El abuelo de Fran vivió el desastre de la Presa de Tous en 1982 que, además de algunos muertos, dejó miles de damnificados. Allí, llegaban trenes, solidarios, entre ellos el que él conducía, llevando: víveres, ropa, herramientas... Una de las personas, fue una mujer, que había perdido su casa y parte de su familia, se quitó la vida tirándose al tren y el abuelo de Fran no pudo evitarlo.
Unos días después del accidente, Trini y su madre llegaron a casa tarde y pensaron que no había nadie. Dieron la luz de la cocina y quedaron paralizadas. Allí estaba el abuelo de Fran con los codos sobre la mesa y la cabeza entre las manos. Por más que le preguntaron: ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? ¿Estás mal? El silencio fue la respuesta. Tardó años en superar el accidente.
Lo del tío-abuelo de Fran había sido peor. En uno de sus viajes de Astorga a León, en el paso a nivel de Veguellina de Órbigo, siempre iba despacio y hacía sonar el silbato. Sabía que la gente cruzaba, mi sombra entre ellos lo hizo alguna vez, porque cuando bajaban la barrera aún tardaba en aparecer el tren.
El tío de Fran, vio un grupo de niños en bicicleta que cruzaba el paso a nivel y les dio tiempo a cruzar. Pero... el último era un niño muy pequeño y llevaba una bicicleta con patines, pero él iba dando pasitos con sus pies en el suelo para pasar mejor las tablas que cubrían el paso a nivel. El tren le pasó por encima y aún el maquinista tuvo la esperanza de que hubiera quedado tendido debajo. Pero de su cuerpecito no volvió a salir el aliento. El tío-abuelo de Fran nunca superó esa tragedia.
Mi mayor deseo para Fran es que disfrute de su trabajo y no tenga que pasar por experiencias tan traumáticas jamás.
Me encanta el tren: "La desgracia descubre al alma luces que la prosperidad no llega a percibir". "Pensamientos" de Blaise Pascal.
En el tren se producen accidentes por negligencia de gente ajena a su servicio. Es una pena.
ResponderEliminarAl menos esta vez no pasó.
Un abrazo.
Así es la mayoría de las veces Alfred. Sí por una vez no fue grave.
EliminarAbrazos.
En este caso la negligencia es clara, pero hay accidentes donde es más fácil culpabilizar al conductor, al maquinista, al que trabaja en altura,... y sobre todo si hay muerto de por medio.
ResponderEliminarSaludos
Muy fácil Emilio. La empresa también sabe culpabilizar a un empleado suyo para cubrirse las espaldas.
EliminarUn saludo.
Mara:
ResponderEliminara veces la gente es muy inconsciente. En casos así el maquinista debe pasarlo fatal aunque la culpa no sea suya.
Salu2.
Seguro Dyhego, porque con los coches pasa lo mismo si ocurre un accidente por leve que sea, así que cuando es grave más aún.
EliminarSaludos.
Triste, real y sentido, post, Mara. me dejas meditando sobre la vida del maquinista que sufre esos accidentes que son lo quen son mientras solo sean accidentes sin víctimas. Tener víctimas llevando un tren, un camión o un autobús, no quiero ni pensarlo. Gracias por compartir estas historias, Mara.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Enrique. Yo creo que con el tren hay muchísimo más riesgo porque no puede parar en muchos metros por más que lo intente el maquinista.
EliminarAbrazos.
Debe ser demasiado difícil, superar esas experiencias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también creo que sí Sara, acabar con una vida tiene que dejar secuelas siempre.
EliminarUn beso.
Por lo que nos dices la mujer sabia lo de los dos trenes que pasaban y creo que sabría los horarios.
ResponderEliminarNo se si lo mencione en el articulo de la Tejada de Tosande cuando iniciaba el recorrido que pasa por debajo de la vía, de ese recorrido, me encontré que creían ya no pasaba ese tren por allí les comente que si no habían pasado no tardaría con dirección Bilbao.
Saludos.
Pues sí Tomás, no sé si los horarios pero que eran dos sí, lo que en cualquier momento puede cambiar por las circunstancias que sean y pasar más y conduciendo un vehículo con los semáforos en rojo no tiene disculpa.
Eliminar¿Ves? Se lo advertiste e iban tan confiados en que no pasaban. Toda precaución es poca.
Un saludo.
bello mi querida como todo lo que escribes bello me ha llegado al alma
ResponderEliminarGracias Mucha. Es triste pero es real.
EliminarBesos.
Bueno amiga..., tema para empezar bien la mañana! :)))))
ResponderEliminarNo voy a añadir una sola palabra más... Sí entrecomillar la palabra "desgracia".
Abrazos Mara.
Lo siento, Ernesto. La verdad que el telediario se encarga de darnos más malas que buenas noticias, pero hoy salió así.
EliminarUn abrazo de esta leonesa.
uuuufff lluego de leerte la verdad me da miedo viajar en tren que tragedia, muy bueno tu relato, un saludo carioso desde mi brillo del mar
ResponderEliminarBeatriz, a mi me gusta mucho viajar en tren. Yo creo que hay menos accidentes que con nuestros coches. Soy positiva respeto al tren, dentro de las desgracias a veces inevitables.
EliminarUn abrazo.