De nuevo nos dan alertas sobre los timos con el gas y de nuevo tropezamos con la misma piedra.
Uno de los últimos veranos aparecieron dos hombres para la revisión del gas en el pueblo del señor García. Iban bien vestidos con monos grises y hasta un símbolo de Gas Natural.
Al señor García, que pasa el verano en su chalet del pueblo con su familia, le inspiraron confianza. Los dejó entrar en la casa para hacer su trabajo, traían unos papeles aparentemente oficiales. Tampoco los miró con detenimiento. Hicieron la revisión. Cambiaron las gomas y la factura, ascendió a 190 € que el señor García les abonó de inmediato. Cuando pidió el certificado de los cinco años en los que el gas quedaba exento de revisiones; uno de los operarios dijo que ellos no lo daban que había que pedirlo en León capital, en una dirección de Fernandez Ladreda que le dio. Allí, en unos días, se lo entregarían.
El señor García tuvo sus dudas pero como ya había pagado el trabajo no protestó. A los quince días se presentó en el lugar indicado y le dijeron que aún no lo tenían que pasara en dos semanas. Así lo hizo. Volvió a realizar la visita en la dirección indicada. Allí no había oficina había desaparecido.
La próxima vez el señor García sacará los papeles. ¿Y el certificado? No habrá tal. ¡Todo fue una tomadura de pelo! Aún así después de conocer varios casos, la mayoría de las personas piensan que a ellas nunca les va a pasar.
Un consejo que le han dado al señor García me parece muy interesante y dicen que nunca falla: pedirle a los operarios su DNI y decirle que les vas a hacer una foto. Dicen que suelen desaparecer con disculpas.
Aprendamos a desconfiar de las apariencias: "No les estoy pidiendo que crean en mí, les pido que crean en ustedes" de Barak Obama.
Hola Mara, a mi me paso hace años y encima yo les ¨invite¨, estaban hablando con una vecina y como yo me iba a comprar les dije que subieran y ya me hacían la revisión y me iba tranquila, luego nos dijeron que eran estafadores, ya no me pillan mas, espero:), pero si, aun diciéndolo como lo dicen en tv sigue cayendo la gente.
ResponderEliminarBesos.
¡Ay! Piruja encima invitación, gracias que no te desvalijaron la casa. Un beso.
EliminarMe sorprende que siga ocurriendo, llevamos años escuchando consejos de como no abrir la puerta, de como no fiarse de nadie, pero parece que hay mas timadores que gente honrada. Que pena que esos timadores hayan nacido sin padres. Abrazo
ResponderEliminarEster, yo creo que en los pueblos sigue ocurriendo porque la gente es más confiada pero la verdad no se puede confiar en nadie.
EliminarBesos.
Es muy feo desconfiar, pero a eso nos van obligando este tipo de sucesos.
ResponderEliminarUn abrazo.
*que nunca te suceda.
Así es Sara. Gracias. Un beso.
EliminarY sí... Primero descinfiar.
ResponderEliminarNo es lindo pero hay que protegerse.
Beso grande y feliz descanso.
Paula, no queda más remedio que hacerse desconfiados por lo que pueda pasar.
EliminarAbrazos.
Lo más fácil del mundo es sorprender a una persona honrrada, ya que carece de la malicia de los timadores. Es cierto lo que dice Ester, hay que comprobar antes de dejar pasar a desconocidos, así llevamos años repitiendo.
ResponderEliminarLo de pedir el DNI es tan oportuno como genial.
Magnifica la cita de Obama.
Mara, muchas gracias por la entrada, tan didáctica como previsora. Nunca hay que bajar la guardia.
¡Gracias!
Besos.
honrada* (un lapsus), disculpas.
EliminarAsí es Franconeti. Yo reconozco que soy muy confiada y como llegan tanto paquete para mis hijos abro sin mirar. Hasta que tropiece.
EliminarGracias a ti por leerme.
Un beso.
Un buen consejo.
ResponderEliminarSaludos
Sí, Emilio, pero ya buscarán la manera de parecer serios.
EliminarUn saludo.
Pues desgraciadamente llevas toda la razón, vivimos una época en la que la palabra ya no existe y los pillos son los que triunfan. Casos como el que cuentas son cada vez más habituales. Saludos.
ResponderEliminarAsí es, Castelo. Pero yo aún me resisto a desconfiar de la gente en el pueblo. Un saludo.
EliminarBuen consejo. Pero siempre, de puertas hacia dentro nadie que no esté debidamente autorizado y eso se soluciona con una simple llamada de teléfono.
ResponderEliminarUn abrazo y buen viernes.
Pues sí, Juan, pero ni se acuerdan y más las personas mayores. Gracias. Abrazos.
EliminarEs verdad, Mara, hemos cogido miedo a eso de abrir la puerta a la gente, a coger el teléfono si no conoces el número y a andar por la noche tirando la basura.
ResponderEliminarConozco a varias persona, todas bastante mayores, que han sufrido ese timo del gas o del agua o de cualquier otra cosa, hasta de la Seguridad Social, pero así somos y así vivimos en la actualidad. Nadie conocde al vecino ni se fía de él.
En cuanto a la solución de pedirles el DNI a los estafadores tiene un problema, sí, ya les has abierto la puerta y puede pasarte cualquier coisa. Mi recomendación es no abrir a nadie que no ofrezca garantías. Tengo una amiga que nol les ab re y les dice a través de la puerta: "Espere que voy a llamar a la Compañía" o mejor aún, les dice... "Es raro, si yah estuvieron ayer y tengo aquí los papeles. En ambos casos se fueron al instante.
Tiempos difíciles, amiga Mara, mucho.
Un abrazo muy fuerte y, ya sabes, no dejes de escribir nunca.
Un abrazo de viernes.
Sí, Enrique en las ciudades es más fácil no abrir pero en los pueblos si tienes niños la puerta está siempre abierta porque entran y salen. Lo de tu amiga es muy buena idea si aún no has abierto.
EliminarAchuchón de miércoles.
La inseguridad ciudadana campa a sus anchas por pueblos y ciudades.
ResponderEliminarHay que tener mucho cuidado con estafadores desaprensivos que engañan a la gente.
Saludos.
Sobre todo a los que ya somos mayores Maripaz. ¡Qué pena no poder confiar en la gente!
EliminarBesos.
Certero "anti-timos" ese que sugieres. Verdadera prueba del algodón. Aunque no creo que se generalice demasiado!
ResponderEliminarAbrazos leonesa.
Eso creo Ernesto. Seguimos siendo demasiado confiados. Mis padres que recogían lo que queda en las cubas después de sacar el vino, siempre tenían las puertas abiertas o les decían donde quedaba la llave cuando se iban al campo. ¡Qué tiempos!
EliminarAbrazote para un ciudadano del mundo.
Por desgracia a día de hoy sigue pasando este tipo de cosas y siempre caen en esos timos personas inocentes que creen en las palabras de esas personas que carecen de humildad y bondad... por cierto,e leído que eres de León,te diré que yo soy de Ponferrada, aunque en estos momentos ya no resido en mi ciudad natal!
ResponderEliminarUn abrazo de domingo
Toda la razón A. Me alegro mucho de saludarte berciana-leonesa. Bueno, aunque uno se aleje el lugar donde se nace, siempre se lleva dentro. Espero que de vez en cuando vuelvas de visita a nuestra maravillosa tierra.
EliminarUn abrazo de miércoles.
El año pasado lo hicieron aquí no fue a mucha gente. Lo peor es que fue a personas mayores. Estos sinvergúenzas no tienen escrúpulos ninguno y campan a sus anchas. Cada día nos están haciendo ser más desconfiados.
ResponderEliminarBuen lunes.
Un abrazo.
Laura, siempre suelen elegir así a sus presas. Los veranos por los pueblos y en invierno en la ciudad, esperemos no tener que sufrirlos.
EliminarGracias. Abrazos.
El timo de los operarios del gas, es muy antiguo, en otras ocasiones uno se queda haciendo que revisa la caldera y otro desvalija lo que puede,
ResponderEliminarUn abrazo,
Así es Helio y a pesar de los avisos seguimos haciéndolo. Yo la primera. Mi hija tiene dos gatas y como la puerta tiene cortina dice que la dejemos siempre abierta por si tienen que huir de un perro y entrar corriendo. Alguna vez en su carrera una chocó contra la puerta. O sea que no aprendemos.
EliminarFuerte abrazo.
Pues aquí en Argentina es peor, lo hacen simulando ser del gas, del agua o de la corriente eléctrica, pero si logran entran le roban al propietario, que puede terminar lastimado, sobre todo tienen éxito con personas mayores o algún desprevenido, feas situaciones. Un abrazo y que nunca nos agarren desprevenidos. Patricia F.
ResponderEliminarEn algún caso también han robado aquí, pero no suele ocurrir. Lo peor es si encima te lastiman. Prevenidos deberíamos estar pero...
EliminarUn abrazo Patricia.
Mara: no hay que fiarse.
ResponderEliminar¡Hatajo de sinvergüenzas!
Salu2.