¡Yo soy!
Soy la sombra que sentada en la parada de autobuses de la glorieta de Guzmán, escucho como una pareja de jóvenes discute a mi lad0. Es ella la que reprocha al joven:
_¡Parece mentira!. Vine desde Burgos a pasar el fin de semana contigo. Le dije a mi madre que venía a ver a mi prima y te pillo en el rellano morreándote con ella. ¡Qué poca vergüenza!
_Te digo que sólo fue un pico sin importancia, ya te lo dijo ella.
_Sí, y yo me chupo el dedo. ¡Es una guarra y una zorra! aunque sea mi prima.
_¡Tú no te hagas la lista! Recuerda el día que te pillé el mensajito de ese cabrón...
_¡Serás perro! No compares. ¿Sabes que te digo? Que me piro en el primer tren que salga.
_Pues mira ahí tienes a Guzmán, ya sabes lo que señala: "El que no quiera estar en León... por ahí se va para la estación".
La chica se levanta y camina unos pasos, el joven la sigue a poca distancia. Ella se vuelve. Corren uno hacia el otro y se funden en un abrazo y un beso largo...largo... Guzmán les mira.
Yo diría que ha sonreído.
Me quedé allí sentada, pensando en unos versos de Cervantes:
Riñen dos amantes;
hácese la paz;
si el enojo es grande,
es el gusto más.
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