sábado, 10 de mayo de 2008

En la Av. de La Facultad







¡Yo soy!






Sombreo de arriba a abajo a un hombre de negocios al que varias veces he oído jactarse de lo mucho que tiene. ¡Todo el mundo le baila el agua y él se tiene por importante!. Es simpático, de cara a la galería. En casa es otro, según me han contado.

Es muy buen relaciones públicas pero un poco fanfarrón. ¡Todos los políticos son amigos suyos! Siempre apostilla: ¡Sí, hombre, ése es muy amigo mío!

_¡Hombre Sastrón tú por aquí! le saluda un hombre que con un Renault Megane para a su lado.

_¡Hola Barco! No te lo vas a creer pero el Mercedes me dejó tirado. ¡Eso me lo hace un coche que me costó 27 millones de las antiguas pesetas!. Se paró y... ya sabes no puedes tocar nada. Ha de venir la grúa, llevarlo a La Casa, meterlo en el ordenador... mira si tuviera uno como el tuyo seguro que no me había pasado.

_¡Nada hombre, si es por eso te lo cambio! _responde riendo el del Megane_ que éste ya tiene un montón de Km. Eso sí nunca me dejó en la "cuneta". ¿Dónde dejaste el Grand Cherokee?

_Lo llevó mi hijo de caza. Podía haber traído el Mitsubishi, pero en ciudad me gusta traer éste.

Me alejé contenta de que se lo tomaran con calma y riendo recordé un anónimo que les iba muy bien:


"Porque sólo tengo un mal "barco" me llaman pirata; y porque tú tienes una gran flota te llaman conquistador".




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