¡Yo soy!
Viendo retazos de "Ricas" en TV, mi sombra sintió vergüenza ajena al oírlas hablar y recordé:
Cuando mi sombra era adolescente, mi abuela ya viuda, me pedía que le escribiera sus cartas a un primo cubano que era cónsul de Cuba en Panamá. Ella me dictaba y yo escribía.
El primo César, que así se llamaba, estaba "forrado".
En vida de mi abuelo vino a España y recorrió las ciudades más importantes. En Madrid. compró varios décimos de lotería y le regaló dos a mi abuelo. ¡Casualidades de la vida, le tocó al cónsul la lotería! Vi muchas veces la foto del pariente rico con su décimo premiado en un periódico que guardaba mi abuela.
Seguí escribiendo al "primo"hasta que falleció mi abuela. Se casó con una mujer muy guapa y no tenían hijos. En una de sus últimas cartas, nos comunicaba que habían tenido que cambiar de mansión. La razón nos dejó a todos estupefactos. Su mujer, no podía soportar vivir en la antigua vivienda, a causa de las "cucarachas". ¡Sí, sí, por las "cucarachas" ése fue el motivo del cambio de residencia!
Hoy, mi sombra recuerda las enormes necesidades del pueblo cubano. Piensa también en los tiempos de opulencia de mis ancestros, sin olvidar que ya entonces eran unos pocos a los que no les faltaba de nada, mientras el pueblo seguía padeciendo sus miserias.
Mi sombra cavila: "El verdadero problema del mundo es cómo impedir que salte por los aires" de Noam Chomsky.
Eso, mi querida sombra, no lo va a impedir ni el Cónsul de Cuba, ni Obama, ni Osama, ni la madre que los parió ... simplemente ocurrirá tarde o temprano ;)
ResponderEliminarEs una pena como va el mundo, y lo triste es que a la mayor parte de la humanidad le da igual. Un abrazo
ResponderEliminarEsperemos que sea más bien tarde, Ra. ¡Hasta el martes!
ResponderEliminarSobre todo a los más poderosos, Silvia. Un beso.