¡Yo soy!
Es una anciana que sufre de Alzheimer. Su familia la cuida, la mima, se ríen muchas veces con sus ocurrencias y alguna vez, alguien llora. Como le ocurrió a su hija hace unos días cuando le dijo:
_ Tienes que casarte que se te va a "pasar el arroz" y ella le contestó:
_ ¡Pero madre si yo ya estoy casada con Celso!
_ ¿Con Celso? _dijo la anciana e insistió_ ¿Con Celso el nuestro? Ahí fue cuando a ella le brillaron los ojos. Carlos, su marido, era el "nuestro" y ella... ¿Quién era ella para su madre? A pesar de la tristeza inicial, finalmente, también ella acabó sonriendo con los suyos.
Una de estas noches, todas las miradas estaban clavadas en el televisor donde un presentador hacía su trabajo. La abuela comenzó a hablar:
_¡Parece mentira que falta de educación la de ese señor, con lo tarde que es y no se va para su casa! ¡Mejor no le invitéis más! El regocijo de la familia era general. La viejecita continuó:
_Y vosotros teníais que dejarle de prestar atención a lo que dice para que se vaya, porque sino no se va a ir nunca. ¡Con lo tarde que es! Todos reían al principio disimulando, luego se miraron unos a otros y la risa franca resonó en medio del salón.
Y es que... "El bosque sería muy triste si sólo cantasen los pájaros que mejor lo hacen" de Rabindranath Tagore.
Qué bonito! y que...
ResponderEliminarBesines Irma.-
Estoy con Irma, muy bonita historia ;)
ResponderEliminarPor desgracia esta historia se repite cada vez más en casi todas las familias. Estos casos por lo menos son más "simpáticos" pero la realidad es mucho más dura, sobre todo para la gente que les cuida. Un saludo
ResponderEliminarTristes y a la vez entrañables anécdotas de esa horrible enfermedad.
ResponderEliminarQué difícil debe ser enfrentarse a ella.
Saludos.
Y que triste a la vez, Irma. Abrazotes.
ResponderEliminarY muy real, Ra. ¡Feliz concierto!
Toda la razón, J. Carlos, por eso en los momentos cómicos que se dan de vez en cuando es bueno disfrutarlos con una sonrisa. Saludos.
Triste y difícil Fonsado, más quizás para las familias que no cuentan con apoyos que para los propios enfermos. Un saludo.
Qué pena! llena de tristeza e impotencia. Confiemos en la investigación para tener dónde apoyarnos. Un abrazo María
ResponderEliminarEn la ciencia a largo plazo y en las personas que les cuidan siempre, María, para pedirles que no se olviden de sí mismas y sonrían de vez en cuando. Un beso.
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