¡Yo soy!
_¡Ese olivo...!
_¿Qué ocurre con el olivo? Se te antojó. Te encaprichaste y aquí lo tienes. Contraté un camión para traerlo desde Oviedo. Otro "camión pluma" para plantarlo en el jardín desde la calle. Cuatro hombres para hacer el enorme hoyo, para semejante cepellón. ¡Tiene más años que Matusalén! Costó un pastón y tú llevas dos años mirando para él y suspirando: "Ese olivo, ese olivo..." Acaba de una puta vez de decir lo que quieres que haga con él _dijo el marido. Un hombre hecho a sí mismo, trabajador y rico.
_Mañana mismo _susurró su mujer. Delia, asistenta social, discreta y tímida. De buena familia. Criada entre algodones que toma el sol en su enorme jardín, resguardada de miradas ajenas. Quizás ese aislamiento le hace olvidar las injusticias que ve a diario en su trabajo. Lo decidió definitivamente en aquel momento:
_Da poca sombra, su forma no acaba de gustarme, ese verde es muy apagado...
Al día siguiente, aparecieron de nuevo los cuatro operarios, el "camión pluma", el otro camión...
¡Se llevaron al arrugado y viejo olivo. ¿Adónde? Mi sombra no lo quiere saber. ¡¡Para ella era tan hermoso!!
Pero... a Delia no le gustaba en su jardín: "Es más fácil reprimir el primer capricho que satisfacer a todos los que le siguen" de Abraham Lincoln.
Ahora está de moda plantar en los jardines olivos. Sí, son bonitos, pero no muy adecuados para nuestro clima. El año pasado se helaron todos. Me dió mucha pena ver esos árboles tan bonitos achicharrados por las heladas. Y no han vuelto a renacer.
ResponderEliminarLa frase de Lincoln es lapidaria. Deberíamos grabarla en nuestra mente y aplicarla a menudo.
Conozco un caso parecido (operarios, enorme hoyo, camiones con pluma, ... ). Pero no se atreven, de momento, a moverlo.
ResponderEliminarSaludos.
A mí me encantan, Aorillasdelorbigo. En el pueblo alguno se heló. Aquí en León los hay en varias glorietas y por suerte no se helaron. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro Fonsado. Esperemos que ese "de momento" sea indefinido. Un saludo.