viernes, 16 de marzo de 2012

¡Mi Padre!





¡Yo soy!









 Las caricias son muy importantes pero...

Hay padres, que no abrazan ni besan a sus hijos, cuando digo padres me refiero sólo al padre, pues las madres en general muestran mucho más su afecto hacia sus retoños. 

En el caso de los padres opino que no por eso quieren menos a sus hijos. Es una forma diferente de hacerlo, quizás porque ellos tampoco recibieron caricias de los suyos. Aman a sus hijos con la mirada, interesándose por lo que hacen, con su trabajo para procurarles el sustento, ayudando a su compañera o esposa a sacarlos adelante... 

Mi padre era de éstos. No besaba ni abrazaba pero tanto mis hermanos como esta sombra estábamos seguros de su cariño. Será porque nunca lo hacía, por lo que recuerdo la única vez que lo hizo. 

Ocurrió el día que él y mi madre tuvieron un accidente. Fue en un "paso a nivel con barreras", creo que en Nistal, cerca de Astorga. Así nos lo contaron: 

Mi padre y mi madre venían con una carga de vino en su camioneta. Hacía viento y se levantaba polvo por lo que la visibilidad no era buena. Al llegar al paso a nivel la barrera estaba levantada y mi padre avanzó hacia la vía. En ese preciso momento una máquina que hacía maniobras, ¡menos mal que iba  despacio! les llevó por delante unos cientos de metros. El vino comenzó a salir. El guardabarreras y algunos testigos corrieron con los brazos en alto pensando que era sangre lo que caía de la camioneta. Mi padre y mi madre salieron por la ventana opuesta a la del impacto. Cuando el maquinista paró la máquina salió pensando igualmente en una masacre. La camioneta quedó para el desguace y su roja carga líquida, entre las vías. 

Cuando mis padres llegaron a casa nos abrazaron y besaron a mis hermanos y a mí como si hiciera mucho tiempo que no nos veían e incluso a mi padre se le humedecieron los ojos al hacerlo. 

¡Esa fue la única vez que recuerdo un abrazo y un beso de mi padre! Después lo comprendimos. ¡Pensaron que nunca más volverían a vernos! 

Pasado el gran disgusto. Mi padre, esto ocurrió hace más de 40 años, vino a León a La RENFE. ¡Tendría algún derecho! La barrera estaba izada..Tuvo la gran suerte de dar con un hombre honrado. El director con el que habló le dijo:

 _¡Tiene usted que denunciar a la RENFE! De lo contrario no le darán nada.

_¿A La RENFE? Preguntó mi padre asombrado. Y en efecto, denunció y recibió la indemnización que pactaron las partes sin juicio previo.

 ¿Cómo no voy a recordar ese abrazo y ese beso de mi padre?


El amor no se puede medir sólo con besos y abrazos: "Quien puede decir cuánto ama, pequeño amor siente" de Petrarca.




10 comentarios:

  1. Lo siento pero ahí no estoy de acuerdo con el tópico. El demostrar más o menos el afecto va en función de la persona, no del sexo.

    ResponderEliminar
  2. Demostrar más o menos el cariño con los hijos, eso puede ser cuestión de temperamento y de costumbre.
    Feliz fin de semana.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Estoy con tambaqui, depende del carácter. Mi madre siempre lo dijo, "Yo no soy cariñosa" y era cierto besos y caricias daba pocos pero nos quería igualmente.

    ResponderEliminar
  4. Claro que no se puede medir ni contabilizar el cariño por el número de abrazos y besos, pero ¡que importantes son!
    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Seguro que estaba muy orgulloso de sus hijos e hijas, seguro. Lo que ocurre es que a veces no sabemos expresar nuestro orgullo o nuestro cariño.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. A lo mejor tienes razón, Ra, pero en general creo que es así. Muac.

    Frekled, gracias por tu comentario. Un saludo.

    Puede que también la costumbre influya Disancor, espero que al igual que yo haya sido un buen fin de semana para ti, gracias. Saludos.

    Quizás sí Juan Carlos, antes los hombres eran más remisos a demostrar el cariño con los hijos ahora ésto puede estar cambiando. Saludos.

    Estoy de acuerdo en que son muy importantes, Fonsado, pero si no salen de dentro no se pueden forzar. Saludos primaverales.

    Toda la razón Guti, mi padre era de ésos. Gracias por comentar. Un saludo.

    Este día propicia estos bellos recuerdos. Gracias. Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Creo que el modo de demostrar o no el cariño tiene mucho de cultura, es cultural. Recuerdo haber oído a alguien mayor un consejo para la educación de los hijos: "a los niños hay que quererlos, pero que no se enteren". Ese criterio es justo lo contrario de lo que pensamos ahora, pero según ese criterio se han criado muchas generaciones.

    El modo culturalmente aceptado de demostrar cariño en hombres y mujeres también es diferente.

    Hoy en día un hombre vuelve a tener que reprimir cualquier manifestación de cariño hacia los niños, uno no sabe lo que pueden pensar los demás. La espada de Damocles de una interpretación pedófila pende sobre nuestras cabezas.

    ResponderEliminar
  8. La verdad, Enrique, no es fácil acertar en estos tiempos con las demostraciones de cariño. Saludos.

    ResponderEliminar