¡Yo soy!
Me llamó por teléfono visiblemente alterada. Le pregunté por el juicio, que la tuvo toda la semana con los nervios rotos. Había declarado como testigo de la empresa en la que trabaja y me dijo:
_ Ni me acordaba ya de lo del juicio.¿Ves que siempre estamos protestando por lo de las zonas en las que la velocidad se ha restringido a 30 km.
_ Pues sí, la verdad. ¡Parece que vas dormida! No puedes separar la mirada del cuentakilómetros si no quieres pasarte! ¡Esto lo hacen para recaudar, ya no saben de donde sacar dinero! ¡¡A 30!! Para eso mejor vamos andando...
_ Todo eso y mucho más hemos comentado. Pues hoy he presenciado un accidente que me ha hecho cambiar por completo de opinión _hizo una pequeña pausa para tomar aliento y continuó_. Iba conduciendo por una calle de dos direcciones despacio tras otro coche. Una adolescente cruzó por delante de el coche que me precedía y no se percató del que venía en sentido contrario, un "todoterreno" que golpeó a la niña y la elevó por los aires. El cuerpo de la chica quedó bajo un camión en un principio sin sentido. Pensamos que estaba muerta. ¡No veas la cara del señor que la atropelló! Una ambulancia apareció y allí, bajo el camión, la atendieron y consiguieron hacerla reaccionar. En la camilla la trasladaron al hospital y no supe más. Mañana pienso mirar el periódico. Semejante golpe tuvo que traerle complicaciones. El "todoterreno" no iba ni a 40 km. ¡¡Jamás volveré a protestar por la velocidad limitada!! Cuando vi su cuerpo por el aire, me di cuenta de que cuando conducimos dirigimos un arma mortífera que en un momento hace cambiar nuestra vida o la de los demás. ¡Aún no se me ha pasado el susto!
Me convenció. Mi sombra ha tomado su misma decisión. Se acabó el protestar por la velocidad limitada en nuestra ciudad. Escucho otra protesta injustificada estos días por la norma reciente de multar si se cruza por lugares indebidos o con el semáforo en rojo.
¡Cómo nos cuesta cumplir con las normas! "Hacemos las reglas para los demás y las excepciones para nosotros mismos" de Charles Lemesle.
Muchas gracias, hoy he mirado el periódico, la niña está bien y yo espero no olvidar nunca esta lección
ResponderEliminarEn León hay muchos atropellos y accidentes. Los conductores van muy aprisa y no cuidan las formas, no son solidarios con los peatones. Me alegro de que la niña esté bien. Tuvo mucha suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro por ella, Mari, ya somos dos menos a protestar. Un beso.
ResponderEliminarCada vez más, Aorillasdelorbigo, es verdad que como peatones a veces cometemos muchas imprudencias. Saludos.