¡Yo soy!
Viernes 19 de octubre, "Día Mundial contra el cáncer de mama". Por suerte es uno de los cánceres que detectados a tiempo, obtiene mayores resultados positivos.
Tengo la percepción de que en casi todas las familias españolas, algún miembro de ellas ha padecido o padece algún tipo de cáncer. En la mía también. Mi madre murió hace 20 años de cáncer de útero.
Tenía 72 años y según los médicos a esa edad era muy difícil que se reprodujera el cáncer. Pero no fue así. Salamanca, fue la ciudad en la que tenía que recibir el tratamiento de radioterapia y quimioterapia.
A Salamanca era trasladada, una vez a la semana. El trayecto en la ambulancia fue un suplicio para su metástasis. ¿Cuánto debió de ser su dolor?
Dejó de sufrir un 20 de marzo bien entrada la noche. Esa misma tarde, se presentó el sacerdote del pueblo en nuestra casa. Era la primera vez que visitaba a mi madre en los dos años de sufrimiento. Me preguntó si le daba la Comunión y la Extremaunción. Yo le dije que ya no podía pasar nada por su garganta.
Mi madre nunca fue muy religiosa, aunque siempre cumplió con Pascua como era costumbre en el pueblo. Sin embargo, durante el tiempo que duró su enfermedad, no sintió deseos de "arreglarse con el más allá". Solamente un día, visitó la ermita de un Cristo al que tenía gran devoción.
Como tantas personas, en su situación, se preguntaba: ¿Por qué a mí?
Hay preguntas que nunca obtienen respuesta: "Sufrir y llorar significa vivir" de Fedor Dostoiewski
No hay comentarios:
Publicar un comentario