martes, 22 de octubre de 2013

¡¡CUARTA FASE!!







 Cuando el oncólogo pronunció la frase: ¡Has entrado en la 4ª Fase!, ni se inmuto, sólo interrogó ¿Y? A lo que el facultativo añadió: Siempre me has pedido la verdad. La verdad es que tu cáncer de mama ha avanzado, hay metástasis y hay varios órganos afectados. No se puede hacer más, sólo paliar el dolor. 

¡Quedó paralizada!  Medio sonámbula llegó a su casa y se derrumbó en el sofá. 

A su lado en una pequeña mesita descansaba el periódico. Se quedó mirando para la foto de portada. En ella, miles de mujeres vestidas de rosa corrían por "Su causa", o eso decían. Otras mujeres, con caras alegres, se movían al compás de la música. 

Desde el sofá cogió el diario y lo lanzó lejos. ¡¡Odiaba aquel mundo rosa!!: Lacitos rosas, camisetas rosas, pancartas rosas... Su vida no era de color de rosa. ¡Basta ya!,  de poner caras risueñas en pantallas, aparentando valentía cuando "la procesión va por dentro". 

Reflexionó sobre su enfermedad. Siempre aparentando valentía, alegría, valor ante los demás, para venir a tumbarse en el sofá y pasar de todo y de todos. Para ella todo su interés estaba en ella misma. Ya no deseaba ver a nadie para que nadie notara sus bajones habituales. ¡Hipocresía! Eso era el nombre y no mujeres valientes que plantan cara. ¿Plantar cara a qué? 

¿De dónde venían las causas? Herencia, contaminación, alimentación... 

Encendió la televisión y se quedó mirando la pantalla. En ella, miles de "mujeres rosas" recaudaban millones de $ y de € inocentemente para multinacionales que invierten una mínima parte de lo recaudado en investigación, mientras lanzan productos de consumo como: cremas, desodorantes, maquillajes... con sustancias tóxicas, causantes de la enfermedad en muchas de esas mismas mujeres recaudadoras. 

Farmacéuticas organizadoras de eventos para lanzar nuevos fármacos, más fármacos, miles de fármacos... con efectos secundarios imprevisibles. 

Allí, a solas, se desahogaba, ahogando su pena en llanto, atiborrada de medicamentos que hacía tiempo habían dejado de ser efectivos. Ni siquiera el dolor impedían, pues hay un dolor del alma para el que no existe medicina alguna. Aún no estaba preparaba par aceptar su marcha. Ante la muerte todo el mundo guarda silencio. Su vida se apagaría en horas, días, meses... Algo era seguro, pronto empezaría una nueva vida. ¿Dónde? 


Sufre más quien aparenta ser feliz: "Si nos ofrecieran la inmortalidad en la tierra, ¿quién querría aceptar esa triste dádiva? de Jean-Jacques Rousseau. 




3 comentarios:

  1. Viste la noche temática eh!!
    http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-noche-tematica/noche-tematica-lazos-rosas-sl/2081407/

    ResponderEliminar
  2. Nos quieren vender que una camiseta rosa y una carrerina con una meta simbólica cambia el tema y luego l@s de las carrerinas se quedan en casa a la hora de defender la sanidad pública, no me cuadra mucho el modo de actuar en este país, pero bueno así nos va y si encima dices lo que piensas eres una insensible, pero ni me gusta el rosa ni las etiquetas "bonitas" que solo esconden evidencias.

    Besines utópicos, Irma.-

    ResponderEliminar
  3. Sí, Ra, pero no olvides que tu abuela vivió un año en la 4ª fase, tumbada en el sofá, tomando unas pastillitas blancas que los médicos decían que quitaban todo el dolor. Pero no era verdad. Muac.

    Sí, Irma, estamos a los pies de los caballos, las multinacionales y las farmacéuticas y actuamos como el avestruz. Un besazo.

    ResponderEliminar