En algunos pueblos de León antiguamente se celebraba "La Cencerrada".
Concretamente en Villa de Soto, un pueblecito cercano a la capital, era una costumbre que se celebraba cuando se casaban dos personas "viudas" o de bastante edad.
La gente del pueblo sin que los novios se enteraran les preparaban un carro con "cencerros" de las vacas o de las ovejas, de ahí el nombre. Ponían además botes de metal a los lados del carro y lo engalanaban con ramos. Tiraba del carro una "reata" de burros también engalanados. Dentro del carro donde habían de estar los novios ponían un brasero encendido con ruda y pimiento picante para hacer estornudar a la pareja.
Una vez casados, a la salida de la iglesia les esperaba el carro preparado. Hacían subir a él a los novios y los llevaban por todo el pueblo hasta la casa de la viuda cantándoles canciones.
Por la tarde la madrina hacía un mazapán y las mozas y mozos iban a la casa de la novia, bailaban la jota y comían el roscón.
El segundo día después de la boda también le hacían la"Cencerrada" a los casados y todos disfrutaban con ella. Algunas veces , si algún bruto se empeñaba, después del paseo, tiraban a los novios al pilón del "caño·".
Lo del pilón... "No quiso la lengua que de casado a cansado hubiese más que una letra de diferencia" de Lope de Vega.
Me encanta pasar a leerte, porque puedo visualizar todo lo que cuentas y son anécdotas dignas de contar
ResponderEliminarUn beso
Me alegro que te guste leerme, Castigadora, las cuento para que quede constancia de ellas ya que se han perdido. Un abrazo.
EliminarUna interesante tradición sobre la cencerrada, aunque yo tenía entendido que tiraban al pilón al forastero que salía con una jovendel pueblo y no convidaba a los mozos.
ResponderEliminarUn abrazo.
En mi pueblo no había pilón pero al forastero le hacen "pagar el piso" una tradición que conté el 19-10-10 también muy curiosa. Saludos.
EliminarQué brutos, lo del brasero para hacerles estornudar, jajajaja, bárbaro :)
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana.
Muy gracioso la verdad yo creo que a ellos no les haría mucha gracia pero no les quedaba más remedio que apechugar. Un beso.
EliminarNo conocía esta costumbre, pero es bueno saber de ello para conocer los rituales ancestrales.
ResponderEliminarBesos
Así es Ilesín son tradiciones que se perdieron pero agrada recordarlas. Un saludo.
EliminarNo conocía esa costumbre.....aunque ya ves que en las películas al coche de recién casados sí que les ponías unas latas.
ResponderEliminar=)))
No encontré otra foto mejor para la tradición, estoy segura que la novia viuda no iría de blanco, Liliana, pero para dar una idea me valió. Un beso.
EliminarQue curiosas tradiciones.
ResponderEliminarBesitos
Abrazo fuerte por pasar por aquí, Inma. Gracias.
EliminarA mi no me extraña. En este país hay costumbres muy raritas, aunque muchas de ellas ya han pasado a la historia.
ResponderEliminarBesos.
Mejor que muchas hayan pasado a la historia Rafa, porque el remojón del pilón les tenía que sentar mal, mal. Un abrazo.
Eliminar¡Menuda verbena! Los tiempos aquellos. Hoy sería impensable, si bien imagino que todos, novios incluidos, lo tenían asumido.
ResponderEliminarUn abrazo, Mara.
Hoy habría denuncia seguro, Ernesto, porque ya no aguantamos ni una, aunque sea leve. Saludos.
EliminarQué tradición tan curiosa :)
ResponderEliminarAntes, cuando el tiempo pasaba más despacio y las cosas eran aparentemente más sencillas, había que hacer todo un derroche de imaginación para dar color a los acontecimientos importantes.
Un beso, Mara.
Así es Eme, yo pienso que en general se tenía más sentido del humor. Besos.
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