jueves, 8 de noviembre de 2018

Más vale prevenir



 Este puente reciente de Los Santos, Íñigo, de diez años, fue a pasarlo al pueblo con su familia. Nada más llegar le faltó tiempo para ir en busca de su amigo Diego y juntos se fueron a recorrer el pueblo, libres como pájaros sin tener a ningún adulto tras ellos.

A pesar de estar en una localidad pequeña, a Íñigo  se le recuerda que no hable con desconocidos. Además  le han advertido que si un coche se para junto a él, aunque sea para preguntarle algo, que se vaya corriendo sin contestar.

Ese día estaba con su amigo Diego, un año menor que él, jugando junto al reguero. Es un lugar que ellos llaman "Malas pulgas" por un perro peligroso que tiene allí cerca un vecino.De repente paró un coche grande y negro junto a ellos y les preguntó algo. Íñigo no supo que le preguntó echó a correr a toda pastilla, sin preocuparse de la bici tirada junto a la acequia. Pero Diego no le siguió así que se paró y a gritos le llamó para que hiciera lo mismo que había hecho él. Diego vino corriendo hasta donde se encontraba Íñigo sin comprender muy bien  la reacción de su amigo hasta que éste se lo explicó. ¡Mejor no fiarse de gente desconocida!

Al día siguiente Íñigo estaba con su padre en el bar y un amigo de éste se paró a charlar con ellos. Lo primero que hizo fue dirigirse a Íñigo y preguntarle: ¿Por qué echaste a correr ayer cuando me paré a preguntaros qué hacíais? Íñigo se quedó callado. Habló su padre. 

_¡Ah, eras tú! Ayer vino todo asustado diciendo que un señor con un coche negro, con gafas de sol, tatuajes y mala pinta, había parado junto a ellos y que se habían ido corriendo. ¡Así que eras tú el de la mala pinta! comentó riendo el padre de Íñigo, mientras él niño permanecía  callado. Hiciste bien _añadió su padre_ mejor guardar las espaldas por si acaso.

 El amigo igualmente riendo y mirando de frente al niño interrogó: ¿A que te inventaste lo de las malas pintas? Pero Íñigo permaneció mudo. 


Más vale ser precavido: "Los niños son la esperanza del mundo" de José Martí.


14 comentarios:

  1. Más vele prevenir, y tanto que sí. Me he acordado de la película "Mystic River".
    Besos.

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    1. No la he visto, Alfred, pero suele ser cierto ser prevenidos. Un abrazo.

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  2. Los niños tienen que estar avisados, mejor pasarse que no llegar. Abrazo

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    1. Sí, Ester, en el mundo de hoy toda precaución es poca. Un beso.

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  3. Hola Mara , hizo muy bien y menos mal que Ínigo fue muy obediente , ya que los niños de hoy día no lo son tanto , son más confiados , te deseo una feliz noche besos de flor.

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    1. Pues sí Flor, a veces oyen las cosas y por un oído les entra y por otro les sale, pero alguna vez son obedientes. Un beso.

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  4. -Más vale "prevenir" que "lamentar"-, es una frase coloquial con la que se quiere señalar algo que no está "claro" del todo.

    En el caso de un seguro de accidentes de hogar o vehículo, es evidente que la frase no solo es acertada sino que no seguir su consejo, a día de hoy, supone un gran riesgo. ¡Hasta aquí, acetada!

    Pero intentar "vacunar" a los niños con los miedos de los adultos, personalmente no lo considero!

    Prevenirles inoculándoles miedos infundados (por infundados hay que entender, y aceptar, que muy posiblemente "esos niños en concreto" no lleguen nunca a experimentar esos supuestos daños, no sería prudente.

    A mi modo de ver es mejor hablar con ellos con serenidad, exponerles con mesura e inteligencia ciertas cosas de la vida, y hacerles ver que si bien "puede que estén ahí", a ellos no tienen porque pasarles.

    Encerrarles en la "jaula de los miedos" de por vida, no es protegerles. Es protegerse los adultos de sus propios miedos!

    Abrazo Mara.

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    1. Puede que tengas razón, Ernesto, que advertir demasiado a los niños, les hace más miedosos, pero lo que estamos viendo hoy demasiado a menudo tanto en pueblos como en ciudades hace que comprenda los miedos de los padres. Un abrazo.

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  5. En esto de prevenir o no asustar, voy a un viejo refrán algo confuso pero válido, "ni tanto...ni tan poco".

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    1. Pues sí Esteban pero para los padres ¿dónde está el término medio? Es muy difícil. Abrazos.

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  6. Es triste, pero sí, hay que enseñar a que no tengan tantas confianzas con los extraños.

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    1. Ya lo creo que es triste Dyhego, porque en mi forma de ver a veces se sobreprotege demasiado a los niños pero mirando al mundo se comprende. Un abrazo.

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  7. Los niños son mucho más listos de los que los adultos a veces nos pensamos. Pero también es cierto que no todo el mundo es bueno.
    Besos

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    1. Sí, Conxita pero cuesta poco engañarles a pesar de todo. Les acercas un perro o un gato y ya se confían así que han de estar avisados. Un beso.

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