jueves, 10 de marzo de 2022

PARAR

 


¡¡Tienes que hacerlo!! Tienes que parar. Se decía Ana, hablando en silencio consigo misma.

Todo iba demasiado rápido en su vida. Su matrimonio con un profesor de literatura hacía aguas. Sus hijos ya no eran unos niños pero vivían en casa. La pandemia supuso su despido. Se acogió al paro. Se separó. Como la vivienda era de su esposo, alquiló un pequeño apartamento y como su estrés se podía medir por toneladas decidió PARAR.

Quería recluirse y pensar. En España hay varios monasterios con una población escasa y envejecida de monjas que admiten a personas que deseen aislarse y dedicarse a reflexionar durante unos días, bien abonando una cantidad si pueden permitírselo o por la voluntad.

 Así llegó Ana a aquel convento. Un lugar paradisíaco donde no existían las prisas, abundaba el silencio y se vivía en calma; lo que ella en este momento buscaba y necesitaba. Pidió colaborar con las religiosas en tareas de ayuda, cocinando pastas y otros dulces que era a lo que se dedicaban las moradoras. 

Ana se levantaba con las monjas y se acostaba cuando ellas lo hacían. En su habitación había una nevera por si necesitaba una dieta que no siguiera la del convento.

Llevaba tres días allí y conversaba con la abadesa, una belleza espiritual, que llevaba un misal en los brazos muy deteriorado. Decidió pedirle que se lo dejara para restaurarlo. 

_Ah! ¿Pero tú tienes idea de restauración?

_ Sí, madre, hace un tiempo hice un curso de encuadernación. 

La abadesa le pidió que la siguiera a una estancia. 

_Aquí tienes nuestro taller de restauración con muchos libros que necesitan que alguien se ocupe de ellos. Hace tres años que murió la hermana María del Socorro que era la encargada y desde entonces nadie ha vuelto a utilizar el taller. 

Ana comenzó su labor encantada. Así, la estancia que iba a ser unos días se convirtió en más de un mes. Dejó la cocina y su vida era dedicar la mayoría del tiempo a encuadernar aquellos volúmenes con grandes historias en su interior y el tiempo libre a pensar en sí misma. 

Su estrés fue cediendo, su lucidez aumentando. El hecho de sentirse útil la hizo valorar mucho más su vida en aquel lugar. Salió para celebrar una fiesta familiar. En ningún momento dejó de pensar en aquellos amigos impresos y destartalados deseando acariciarlos de nuevo con sus manos y devolverles el aspecto hermoso y bello que antes habrían tenido. 

¡Volvería a PARAR! 


Puede costar encontrarse con un@ mism@ pero se puede intentar: "Buscar el éxito es como intentar agarrar un puñado de agua. Cuanto más se le aprieta, menos agua se tiene. Cuando hacéis lo que para vosotros tiene sentido y os satisface, es el éxito el que os busca a vosotros". De los Regalos de Eykis de Wayne W.


33 comentarios:

  1. Me alegro por Ana, pero dedicarse a la restauración de libros con un simple cursillo, no se que decir, esperemos que no le pase como a la restauración del Cristo de Borja.

    Saludos

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    1. Ja, ja, Emilio, espero que no. No sé de cuánto tiempo fue el curso.
      Un saludo.

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  2. Una forma de relajarse si es haciendo algo que te guste mejor.

    Saludos.

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    1. Sobre todo, Tomás, cambiar de lugar de siempre para buscar mejor una solución.
      Un saludo.

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  3. Al final encontró su lugar en el mundo.
    Sabias palabras, sobre la búsqueda del éxito.

    Besos.

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    1. Sí, Alfred, por lo menos su mente huyó del ruido y la rutina.
      Un abrazo.

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  4. Tener las manos ocupadas alivia el peso de los problemas. Tengo un amigo que todos los años pasa unos días en un monasterio meditando. Abrazos

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    1. Ester. Me parece una buena costumbre alejarse por un tiempo, yo lo he hecho alguna vez y me ha ido bien. Besos.

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  5. Me llama la atencion que una mujer que escribe tan bien con tanta intensidad comente cruelmente mal.
    Lo siento por vos porque comentar te lleva a que tantos te lean a que engrandezcas al que escribe dando lo lindo de lo que vos sos y tenes y puedas lograr mas cosas Tratalo la proxima vez lucite hablando de vos de lo queres de lo que te gusta hacer de los miedo que nunca tuviste
    del amar que se te escapo del silenicio
    volviendo mas tarde entero siniestro
    Te lo digo porque realmente te aprecio

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    1. Recomenzar. Creo que este comentario no iba a mí dirigido y la técnica te jugó una mala pasada, porque siempre te comento con mucho respeto porque te tengo en gran estima.
      Besos.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Este sí es para mí, Recomenzar, no el anterior.
      Cuesta encontrarse con uno mismo pero se ha de intentar porque es importantísimo.
      Me alegro mucho de tu éxito con el blog. ¡Te lo mereces! Besssosss.

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  7. Una semana "monacal" de vez en cuando, debe ser mano de santo! Me consta. Y me apuntaría con gusto. Conozco algunos muy acogedores para el alma... :)))))

    Ya leyendo el "resto del temario", qué decir!!

    Parar parar..., parece más que necesario!

    Abrazos Mara.

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    1. Yo ya lo he probado Ernesto y reconforta. Sí yo también creo que con tantas prisas y problemas hemos de parar de vez en cuando.
      Abrazo grande.

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  8. Cuánta razón tienes, Mara. Conozco bien lo que hoy relatas, muy bien ... es así, como lo cuentas, como nadie lo cuenta, como nunca nadie dice haber estado ahí.
    Un abrazo muy fuerte.

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    1. Gracias Enrique. A veces el confusionismo es tan grande que parar se hace imprescindible.
      Abrazos.

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  9. Me alegro de que encontrara su camino y su paraíso. Gracias por contarnoslo Mara un abrazo enorme.

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    1. A veces hay que hacerlo Ainhoa, luego si se sigue un camino u otro da igual, pero siempre beneficia.
      Besos.

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  10. Mucha gente no se atreve a buscarse a sí misma, a mirar en su interior, por temor a darse cuenta que están vacíos, que son sólo una "fachada" de personas y no personas al fin.

    Saludos,
    J.

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    1. Así es José, por eso es tan importante mirarse desde dentro, se encuentre lo que se encuentre al menos nos daremos cuenta de nuestro propio ser y tomar las decisiones en consecuencia.
      Un afectuoso saludo.

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  11. Precioso relato,amiga. Nunca se sabe donde estaremos a gusto, pero encontranos con nuestro yo interno es fundamental.

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    1. Gracias Castelo. Toda la razón. Los caminos están ahí para elegirlos. Somos libres de elegir.
      Saludos.

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  12. Hola Mara! Aquí llego a husmear tus letras luego de haber contestado tu gentil comentario en mi blog.

    Cierto es que hay gente -antes y ahora- que vive corriendo por la vida y por correr tan rápido no ve las pequeñas cosas que tiene en su camino.
    Cierto es que parar es NECESARIO y, en el caso de Ana lo genial de su "parate" es que encontró esa actividad que le produjo tantas satisfacciones.

    Abrazo y ¡buena semana!

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    1. Hola Lu, bienvenida. A veces las personas querrían ir más despacio pero su vida no se lo permite. Por eso al parar, mides tus fuerzas y eliges lo mejor.
      Abrazo grande.

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  13. Al final resultó una buena experiència ,que la llevó a encontrarse a si misma y a la tranquilidad.
    Saludos !.

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    1. Eso fue lo importante Artur, pensar en sí misma que con el ajetreo diario casi es imposible. Gracias por seguirme.
      Un saludo.

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  14. Hola Mara, a veces es necesario parar, vivimos demasiado de prisa, y nos perdemos esas cosas pequeñas, que son las que nos hacen disfrutar.
    Me gusta tu blog, me quedo por aquí.
    Que pases un buen día.
    Saludos

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  15. Gracias José María, así es, demasiado rápido vamos de un lado a otro sin tomar conciencia de nosotros mismos.
    Saludos.

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  16. Hay que saber parar, y poder hacerlo. Ojalá sea posible.
    Salu2.

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  17. Sí Dyhego, si no lo sabemos, la vida nos dará un zarpazo y no nos quedará otra que parar.
    Un saludo.

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