jueves, 2 de febrero de 2012

¡¡En Febrero!!





¡Yo soy!








A Febrerico el corto, aunque este año tiene un día más, la mayoría de la gente lo asocia con San Valentín, con las últimas rebajas, con la semana blanca...

Ella no,  ella solamente lo asociaba con los exámenes. Cuando llegaba febrero, todo se complicaba con la pareja, con el niño, los estudios a distancia... por si fuera poco este año estaba embarazada de nuevo. 



Se desplazó a Ponferrada para realizar los últimos exámenes de la licenciatura. Su gestación estaba muy avanzada. Inclinada sobre sus libros esperaba el momento de entrar en el aula del examen. De pronto oyó una voz a su lado:
 
_¿De qué te vas a examinar? _alzó la vista y se quedó sin habla, sintió la caricia de su voz primero y de unos hermosos ojos después. Allí, a su lado observándola, un chico que a su juicio "estaba como un AVE", la miraba y le preguntaba. Tuvo que volver a leer en el libro que sostenía, el nombre de la asignatura para poder contestarle:
 
_De Historia de la Literatura Inglesa _ y volvió sus ojos al libro mientras él seguía deseando entablar conversación con ella:
 
_¡Qué bonito debe ser estudiar con un ser en el vientre! Se te nota dulce la mirada. 
 
Notó que el calor le subía a la cara como a una quinceañera. No le salían las palabras para contestar. Hacía tiempo que no escuchaba de un hombre palabras tan bonitas, en su estado. Hacía tiempo que lo masculino no iba más allá de su pareja y ésta no se lo ponía nada fácil. Estaba en contra de que siguiera estudios superiores ya que disponía de una diplomatura. Tampoco era como en el primer embarazo con el que los dos estaban muy ilusionados. Ahora todo era más rutinario entre ellos.Todo eso y mucho más pasó por su mente cuando ya se dirigían a la entrada del aula.
 
El "bombón" que según le comentó trabajaba en el Ayuntamiento de León, llamó su atención para decirle que se olvidaba de su estuche con los útiles de escritura. ¿Cómo podía estar tan nerviosa? Se volvió a recogerlo sin que sus mejillas dejaran de arder.
 
Entraron en el aula y... justo, el joven atractivo, se sentó a su lado. ¡Pensó que le iba a dar algo! Era incapaz de concentrarse. Deseaba girar la cabeza y observar el carnet del "susodicho" que podía mirar a medio metro suyo para saber algo más de él. ¡Pero no lo hizo! se dio a sí misma un toque de atención. Se obligó a centrarse en el examen.
 
Él finalizó antes que ella. Cuando se levantó, la miró y le hizo un movimiento de cabeza como despedida. ¡No contestó a su saludo!
 
El examen le salió bien. ¡Por fin finalizó sus estudios! Alguna vez ya con su vientre plano, piensa en acudir con cualquier pretexto al Ayuntamiento. Sin ninguna pretensión, simplemente por saludarle, preguntarle por sus estudios y escuchar su bonita voz de nuevo. ¡Sobre todo en Febrero!
 
¡De todo esto, a su pareja, ni "mus"! ¡Buena le montaría con sus "celos enfermizos"!
 
  
Mi sombra sonreía mientras la escuchaba. Ya lo dijo León Tolstoi: "Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo".
 
 
 

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