jueves, 23 de febrero de 2012

¿Llamada de atención...?





¡Yo soy!






 Vítor estaba con su madre en el Corte Inglés, cuando recibió un mensaje en su móvil por el Wassup.

 Su madre le vio ponerse pálido, hasta el punto que pensó que iba a desmayarse. Lo cogió del brazo como intentando sostenerlo, pero Víctor hizo ademán de separarse mientras marcaba el 112 y daba una dirección. Su madre le inquirió:

 _ ¿Qué pasa, por qué llamas al 112 y le das la dirección de tu novia? 

El joven no le contestó, le señaló el móvil y le enseñó la foto que había recibido. No tenía texto, pero la imagen sí valía más de mil palabras. La novia de Víctor, que reside en Madrid, yacía tumbada en el cuarto de baño mientras de un gran corte longitudinal en su brazo izquierdo brotaba una gran cascada de sangre que ocultaba prácticamente todo su brazo. En la otra mano sujetaba lánguidamente el bisturí que le servía en sus prácticas de medicina.

Los operarios del 112 tuvieron que echar la puerta abajo ya que la joven estaba sola en su piso. Su madre, azafata, se encontraba al otro lado del Atlántico. Sabe que su hija salió de ésta gracias a su chico. Víctor se pregunta por qué lo hizo. Él no le encuentra explicación y su novia le ha dicho que tampoco sabe por qué lo hizo.

¿Soledad? ¿Depresión? ¿Deseo de llamar la atención? 


Por esta vez todo quedó en un gran disgusto: "El suicidio sólo debe mirarse como una debilidad del ser humano, porque indudablemente es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras" de Goethe. 




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