¡Adiós toro! ¡Hasta siempre!
Ayer en un telediario he visto destrozar en una de nuestras comunidades, otro de los ya pocos Toros de Osborne que quedan en nuestra piel de toro, nunca mejor dicho. Encapuchados, con nocturnidad y alevosía serraron sus firmes soportes metálicos. Para ellos es hacer desaparecer un símbolo nacional en el día que se celebraba la fiesta de toda la Nación hasta que democráticamente se cambie si ése fuera el deseo de la mayoría. ¿Por qué no? Pero mientras tanto seamos respetuosos con los sentimientos de los demás y utilicemos los cauces precisos para cambiar las cosas sin violencia.
A mi mente de sombra viene una frase de mi abuelo cuando en el pueblo venían con un "chisme" : "Pueblos pequeños mentes pequeñas".
Hay dos esculturas de toros en La Madrid-Coruña entre La Bañeza y Astorga que han sido un icono de gratos recuerdos en la infancia de mis hijos, por eso siento pena al verlos desaparecer y más de esa manera. La tristeza al volante los lunes cuando iba a trabajar con mis hijos pequeños a km de distancia de nuestra casa, se disipaba con sus muestras de alegría al ver las esculturas y oírles gritar contentos.
Su frase acompañada de gestos alegres con las manos los lunes era: ¡¡Adiós toro, hasta el viernes!! y de regreso el viernes volvían a repetir sus gestos y la frase cambiaba un poco: ¡Adiós toro, hasta el lunes!! Para todos nosotros fueron importantes sin otra connotación que contemplarlos majestuosos en la distancia.
No me gustan nada los enormes anuncios que adornan muchas fachadas de nuestras ciudades, por la estética. Disfruté en La Bañeza, durante las fiestas, contemplando en muchos muros desangelados, el arte de los enormes murales que lucen preciosos. Me pareció bien la prohibición en nuestras carreteras de la publicidad para evitar distracciones. Sin embargo me alegré cuando indultaron a los TOROS de OSBORNE, aunque suene contradictorio.
Actualmente cada vez que paso por una carretera y los miro, deseo verlos negros del color del azabache como fueron en su origen y no llenos de rayas y graffitis como ocurre con más de uno. Sé que terminarán desapareciendo los pocos que quedan por vandalismo y fanatismo, pero al contemplarlos siento una emoción especial.
Allá va mi despedida: ¡¡Adiós toros, hasta nunca!!
Para mí son iconos artísticos: "Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie quiere cambiarse a sí mismo" de León Tolstói.
No hay comentarios:
Publicar un comentario