martes, 10 de mayo de 2016

"El muerto al hoyo..."



Para bastantes mujeres, la peluquería además de ponernos guapas, es un punto de encuentro terapéutico. Se habla sin tapujos de toda clase de problemas sean personales o no.

 Estamos de espera. Mi sombra habla, observa y escucha. De pronto entra una anciana, triste y llorosa. Con voz muy débil preguntó: ¿Quién es la última? Nos quedamos mirándola y la última le habló: Yo soy la última, pero ¿qué le pasa mujer? A lo que la mayor entre sollozos contestó:

 _ Mira hija, ayer cumplí 83 años y hoy tengo a mi marido de cuerpo presente.

Por supuesto las clientas impactadas le cedimos la vez. La profesional del pelo envió a una ayudante a por una tila doble al bar de al lado que llegó rápidamente. La anciana iba tomando la tila a sorbitos entre quejas por su ser querido:

_Allí quedó en su caja, parece que aún está vivo. Gracias por dejarme pasar delante. Va a venir mucha gente a darme el pésame y tengo el pelo muy blanco en la raíz, por eso he venido a teñirme.

Luego ya más tranquila mientras la teñían decía frases sueltas entre suspiros:

_ No querían ponerle el traje pero yo me empeñé. Tantos años juntos. Él era más joven que yo, tenía un año menos. Debería haber muerto yo y no él... 

Nada más terminar de arreglarle el pelo vinieron a buscarla para trasladarla al tanatorio y una de las clientas que conocía a la señora, la acompañó hasta allí para dar el pésame a sus familiares..

A la semana siguiente se contó el cuadro del tanatorio en la  peluquería.  Como curiosas y cotillas nos fuimos enterando por distintas clientas de lo que pasó. La anciana había llegado al tanatorio tranquila. Allí el muerto ya estaba también peinado y maquillado con muchos ojos encima que se apartaron para dejar paso a la viuda. La mujer llegó ante el ataúd y justo ahí dejó de hacerle efecto alguno la infusión de tila que había tomado. A los pocos minutos sacó un pañuelo y se sonó ruidosamente.

Pasado un tiempo breve, ya de nuevo tranquila bien teñida y bien peinada, recibía el pésame de sus allegados y conocidos. No me pregunten por qué nos reíamos. Mejor se lo cuento. Nos pareció un caso cómico. Su marido muerto y ella coqueta preocupada por su imagen.


Quizás cuando lleguemos a su edad, no nos parezca tan gracioso. "¿Qué hace falta para ser indulgente? Mucha rectitud de criterio y un poco de piedad en el corazón" de Ana Sofía Swetchine.



43 comentarios:

  1. Me quedo con esa comunicación oral utilizada en la peluquería y que hoy en día hemos dejado de usar por estar absortos en las nuevas tecnologías.
    ¡Que tengas un buen día!

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    1. Así es Manuel, ya sólo allí se habla y se escucha aunque sean cotilleos.

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  2. Mi aplauso a veteranas con tan buen espiritu
    Cariños

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  3. Hay que atender con decoro el duelo, no iba a estar de cualquier manera.
    Un saludo.

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    1. Pues sí Alfred pero nos llamó la atención tanta preocupación en un caso así. Saludos.

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  4. Muchas personas en esos instantes y debido a su estado de schok realizan cosas que después no dan crédito a ello por estar fuera de un contexto de afligidez.
    Besos

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    1. Puede ser Ilesín, la verdad es que aparentaba tranquilidad. Un abrazo.

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  5. En los entierros se dan situaciones surrealistas. Pobre mujer.
    BEsos

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  6. Si no somos capaces de reír ante la realidad inevitable de la muerte, mal vamos.

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    1. La realidad, Pilar, a veces es tan grotesca que uno tiene que tomarla con una sonrisa pues como dices sino mal vamos. Saludos.

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  7. Igual soy muy rara,pero yo seria incapaz de pensar en mi pelo en una situación así...

    Besos.

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    1. Yo creo que tampoco sería capaz de preocuparme tanto por mi aspecto en un caso así pero...
      Un beso.

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  8. Es posible que la señora acudiera a la peluquería como una forma de negar la realidad, algo así como: "seguro que cuando acaben de darme el pésame nos vamos a casa juntos"
    Besos

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    1. Todo es posible Ambar, puede que lo pensara. Un abrazo.

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  9. Es posible que la señora acudiera a la peluquería como una forma de negar la realidad, algo así como: "seguro que cuando acaben de darme el pésame nos vamos a casa juntos"
    Besos

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  10. En los tanatorios como en las bodas siempre hay cotilleos y criticas. La culpa es del marido, tendría que haber avisado de que se iba a morir para que ella tuviera tiempo de ir a la peluquería. un abrazo

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    1. Je, je, Ester, así con humor es como nosotras nos lo tomamos. Besos.

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  11. :-) La mujer quería despedir a su marido guapa. Ella lo quiso así, pues me parece muy bien. Por qué no ir a la peluquería para sentir que despedía a su marido como él la conoció, peinada y alegre.
    Saludos

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    1. Tienes razón Isa, aunque supongo que unos días antes de fallecer su marido la vería seguro que no se fijó si tenía la raíz del pelo blanca. Un abrazo.

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  12. Hola Mara, vine intrigada porque no aparecen tus actualizaciones en mi blog, como no es la primera vez que me sucede harè como con los otros en situación similar, los visitarè por mi cuenta ja ja ja. Muy interesante este caso que presentás, a veces uno se pregunta cómo se puede estar tan entero en una situación así, y es que cada uno lo vive a su manera aunque el dolor pueda ser el mismo, un abrazo!

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    1. Hola maría cristina, esto de la informática es así, cuando parece que está todo bien va y falla. En cuanto al post, es verdad que cada uno tenemos una forma de pasar por situaciones dolorosas. Yo a Dios gracias un caso así no lo he vivido. Un beso.

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  13. ....a lo mejor es que a ella le habían dicho que a los funerales se va uno elegante y guapa lo digo porque eso recuerdo yo haber escuchado a mi mamá decir, como ir al teatro o al viajar, que tal vez debería ser siempre que a uno le apetezca, no???

    Besos ♥

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    1. Puede que sí Liliana. Yo a viajar siempre voy con deportivas y mi hermana siempre va con tacones. Sobre gustos no hay nada escrito. Abrazos.

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  14. ¿Qué sería de este mundo sin las peluquerías?

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    1. A que sí, jfbmurcia, sobre todo si vas a la de siempre. Yo llevo más de 20 años yendo a la misma. Un abrazo.

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    1. Gracias jesus por lo menos nos hace sonreír que falta hace, aunque sea una situación un tanto inusual. Un saludo.

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  16. No se, la verdad, no se... No creo que sea ese el momento de ir a teñirse... En fin, no se que decirte... No se me ocurre pensar que ante la muerte de un ser amado se pueda reaccionar asi...

    Un abrazo, amiga

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    1. Así nos pareció a más de una, pero cada persona es única en sus reacciones ante situaciones parecidas. Abrazos.

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  17. Estar guapas y presentables es nuestra naturaleza, el mundo entero nos debería de estar agradecido pues gracias a nosotras las mujeres es mucho mejor.
    Nunca se debe de bajar la guardia.

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    1. Hola Socorro, gracias por comentar. No estoy muy de acuerdo en que sea nuestra naturaleza pero sí es verdad que ya decía mi abuela: "Mujer compuesta quita el marido de otra puerta" aunque tampoco estoy de acuerdo con el dicho. Un beso.

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  18. Esposa e hija le dejaron en la cama, donde había amanecido muerto, y se fueron al vecino pueblo a la peluquería... Y así lo contaban ese mismo día sin complejo alguno.

    Y es que no todos tienen la misma idea sobre la misma cosa.

    Un abrazo.

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    1. ¡Qué fuerte! Ernesto yo aquí pensé que a lo mejor era por la edad, pero tienes razón idealizamos demasiado la muerte y debíamos de pensar que es un paso más de la vida. Abrazos.

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  19. No puedo juzgar si es o nó correcto, pero puedo comentar que cuando voy a un entierro, aunque solo sea conocido, intento ir con mis mejores galas para despedirlo, lo que varias veces ha hecho que el responsable de mos servicios fúnebres se dirigiera a mí pensando era el mas allegado.

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  20. Me parece estupendo ir así a un entierro, yo también lo procuro. ¡Qué gracioso que piensen ser tú el más allegado. Aquí la situación nos pareció un tanto cómica. Saludos.

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  21. Genial la señora! Además tal vez el la vería por última vez antes de que se entregara al "más allá"
    Buen relato

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    1. Te paso una de peluquería que puse en mi "nube"
      http://ideasletrasyotros.blogspot.com.ar/search/label/peluquer%C3%ADa

      Besos

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    2. Je, je, puede ser. Gracias por comentar. Un abrazo.

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    3. No he podido leerlo, lo intentaré de nuevo.

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