María Jesús vio primero a sus padres y más tarde a su madre viuda, pelear en los juzgados, que según su opinión, esos disgustos, le acortaron la vida a ambos. Ella con treinta y seis años, recibió su herencia: un piso y una finca.
Sus padres habían comprado con toda ilusión una finca cercana a León con una acogedora casita. Vivían permanentemente en la capital y allí iban los fines de semana y los veranos.
Uno de esos fines de semana se encontraron la casa habitada por una familia gitana. No quisieron hacer las cosas tipo la película "Carmen y Amén". Denunciaron. Pasó el tiempo y los años. Cambiaron la cerradura varias veces ante notario.
Ya con sus padres desaparecidos, María Jesús heredó su finca, la casa, mejor dicho las paredes de la casa y también los mismos disgustos y las preocupaciones que tuvieron sus progenitores. Un día vio que en su finca había caballos. Puso una nueva denuncia al respecto, porque si pasaba algo con los animales, era ella la responsable.
Abogados, procuradores, notarios, jueces...
Ccerraduras que hoy ponía y mañana eran arrancadas...Después de los años, la justicia, ¡por fin!, le ha dado la razón. A ella le sigue dando miedo ir a su finca. Ha sacado para la orilla de la carretera toda la chatarra y trastos que aún tenía allí la familia ocupa.
María Jesús ha puesto su finca a vender para quitarse el marrón de encima. Su temor, sigue siendo que en cualquier momento alguien dé de nuevo una patada en la puerta y ocupe la finca de nuevo. Su herencia le ha costado a la familia mucho dinero y mucha salud.
Me pregunto:¿Por qué nuestra justicia sigue siendo tan lenta? "Muchos jueces son absolutamente incorruptibles, nadie puede inducirles a hacer justicia" de Bertold Brecht.
Hola, Mara:
ResponderEliminarVengo del blog de Ester, me alegra conocerte.
Abrazos.
Hola Rafael, también me alegro mucho de que hayas venido a visitarme. Muchas gracias y un abrazo.
EliminarHa llegado hasta aquí Rafael Humberto, te encantará tenerlo cerca es un buen poeta y el tiene un gran corazón.
ResponderEliminarReferente a la historia que cuentas, lamentables desde todos los ángulos las hay peores, son personas que se han ido de vacaciones y cuando regresan han ocupado su casa y no pueden ni echarlos ni entrar a por sus cosas, y la ¿justicia? se demora por meses. Ocurre mas veces de las que creemos pero nunca pasa nada. Un abrazote
Estoy segura de que Rafael es así como tú lo pintas y me alegro de su visita.
EliminarLa justicia no se demora por meses sino por años y desde luego así deja de ser justicia. Un beso.
Para algunos jueces los derechos de los ciudadanos que cumplen con la ley son los menos importantes. Me sumo a la frase de Bertold Brecht.
ResponderEliminarBesos
Pues sí Ambar, es verdad que tienen mucho trabajo pero creo que debían de ser más ágiles los jueces. Abrazos.
EliminarEs un mal endémico, se actúa tarde y mal y encima te harán sentir con mala conciencia por echar a alguien.
ResponderEliminarSaludos.
Toda la razón Alfred, gracias por tu visita. Un abrazo.
EliminarHola Mara, me alegra conocerte. Me ha gustado tu post lleno de realidad. Muchas gracias y un beso grande.
ResponderEliminarGracias a ti por pasar por aquí. Hay casos como éste que encima son los hijos los que al final cargan con las consecuencias sin comerlo ni beberlo. Besos.
EliminarLa lastima es que casos como estos existen a miles, y a los que podemos añadir la pasividad, de fuerzas de la autoridad y el mirar para otro lado de otros tantos. Las mafias que se crean y la impotencia de quienes lo sufren. Un saludo y buen fin de semana Mara.
ResponderEliminarGracias Leonor, así es, hay un buen remedio, sobran políticos y puestos a dedo y falta modernizar la justicia y poner más medios peero... Un abrazo.
EliminarJusticia.....¿?
ResponderEliminarbuen finde Mara =)))
besos
Hola Liliana, debería ser JUSTICIA, pero así seguimos. Gracias espero que tú hayas pasado buen fin de semana. Aquí llueve, llueve y llueve parece que estamos en Galicia. Se ha ido hasta el frío.
EliminarBueno digamos que lo que se llama justicia no se para quien es por que en la mayoría de los casos se da la razón a quien tiene más y en otras tarda tanto en hacerse cargo de la situación que ya te has muerto esperando solución.
ResponderEliminarAsí vamos.
Besos
Así sucede Ilesín, el que cuenta con buenos abogados y medios suficientes al final le da tiempo a que prescriba su falta y a por otra. Un beso.
EliminarTan real como la vida misma... Ojala nunca tengamos que vivir esas situaciones, que tanto se prodigan en estos tiempos
ResponderEliminarUn abrazo
Desde luego Idelfonso, mis padres vivieron una y ganaron el juicio pero perdieron salud, por la tardanza en llegar la justicia. Abrazos.
EliminarHola Mara, la justicia en nuestro país cada vez esta peor, y cuando pasa un caso como el que nos cuentas parece que defienden mas a los ocupas que a los que de verdad son los dueñas, es triste pero así funciona y es muy lamentable que tu tengas que demostrar que es tuyo y no los ocupas.
ResponderEliminarGracias por tu visita y quedarte en mi blog, eres bienvenida y estas en tu casa, si me lo permites también me quedo en la tuya.
Besos.
Así es Piruja y los ocupas lo saben así que se aprovechan. Gracias a ti y quédate cuanto quieras. UN beso.
EliminarEs asi y tambie por estos lares
ResponderEliminarEs algo que poco se puede explicar, se suponen que estudian para ser justos.
Cariños y buen domingo
Por todas partes hay injusticias y lo peor es que la culpa es de la lentitud en resolver los juicios ocupa el primer lugar. Abrazos.
EliminarUna historia muy triste. Que no nos toque porque tiene que ser horrible.
ResponderEliminarLo lógico sería que una vez comprobado a quién pertenece la casa echaran a los ocupas.
Saludos
Es así Isa, es lo lógico pero tardan tanto en comprobarlo mediante juicios que cuando llega la casa en este caso ya sólo tiene paredes. Un saludo.
EliminarEs incompresible, las escrituras y los recibos lo dicen todo. Había una herencia de por medio, que para hacer uso de esa herencia han tenido que pagar los Derechos Reales. Y seguro hay un seguro de hogar. Es querer hacer las cosas rápido para que la familia a quien pertenece no sufran ni tengan más gastos.
EliminarPara qué paga uno los impuestos, entre otras cosas, para el estado nos defienda. Si yo pago el IBI con eso debería de justificar que la vivienda es mía y el mismo día devolvérmela y echar a los ocupas. Es tener ganas de hacer las cosas bien y mirar por quienes pagamos los impuestos.
Saludos
No es justicia si se atrasa, pero ahí seguimos.
ResponderEliminarLa justicia y la educación parece que no son prioridad para nuestros políticos, Pilar. Un abrazo.
EliminarHe llegado al convencimiento de que, todas las herencias, causan problemas y, muchas veces, preocupaciones.
ResponderEliminarCariños en abrazos.
kasioles
Muchas veces es así, sobre todo si hay mucho que repartir al final terminan las familias sin hablarse. Un beso.
EliminarBuff...tremenda injusticia tener que demostrar que ese bien es tuyo, cuando los que han invadido esa propiedad no lo pueden demostrar. Tenía que bastar con enseñar las escrituras de la casa y a la calle...
ResponderEliminarPrecisamente abusan por la tardanza y los requisitos necesarios. Así, van ocupando una y otra vez viviendo del cuento, y los ciudadanos honrados somos los proscritos.
¡Tremendo!
Así es Maripaz, una gran injusticia. Un beso.
EliminarComo dijo Noséquién en una ocasión:
ResponderEliminar"la justicia en España es un cachondeo"
Y yo desde lo que pasó con el juez Garzón, me vengo preguntando: ¿Hay Justicia en España? ¿Se respetan los derechos humanos?
Hoy tecla, creo que no a la vista está que tienes que perder la salud ante la tardanza de la justicia. Un abrazo.
EliminarImposible de entender tamaña injusticia.Gracias por pasar por mi blog.Besicos
ResponderEliminarGracias a ti Charo, la verdad que es un grave problema y lo peor es que va en aumento. Abrazos.
EliminarJusticia; bonita palabra pero que poco se la practica. En mi país sucede lo mismo, no es un consuelo, pero es así.
ResponderEliminarmariarosa
Así es por desgracia, María Rosa, en todas partes la justicia deja mucho que desear. Saludos.
EliminarLa justicia es lo último a lo que se puede renunciar. ¿Qué se puede esperar de un país en el que los ciudadanos ya no confían en ella?
ResponderEliminarLa justicia es lo último a lo que se puede renunciar. ¿Qué se puede esperar de un país en el que los ciudadanos ya no confían en ella?
ResponderEliminarEsperemos poder tener la esperanza de confiar, Macondo, de lo contrario no nos queda nada. Saludos.
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