sábado, 26 de enero de 2008

En la calle Suero de Quiñones






¡Yo soy!





Soy la sombra que observa una pelea de una joven pareja en plena calle. Todos se enteran de la trifulca pero nadie interviene.

El joven le da un puñetazo en la cabeza a la joven que trata de evitar el golpe cubriéndosela con ambas manos. Luego la empuja y ella camina delante de él, mientras la insulta sin importarle la gente que pasa que se le queda mirando.

_¡Furcia, más que furcia, que hace una hora que tenías que haber aparecido!.

_Deja que te explique _comenta ella girándose un poco.

_No me tienes nada que explicar, tira pa alante que en casa te vas a enterar.

Siento ganas de gritar y grito pero mis gritos de sombra no se oyen.
¡Por fin! un señor se acerca al hombre y le dice: ¡No te da vergüenza pegar a una mujer!

_Tú no te metas, no vayas a cobrar también _dice el agresor_ mientras agarra a la mujer del brazo y la lleva con él en volandas.


Me quedo triste recordando la frase: "El hombre es el único animal que injuria a su compañera" de Ludovico Ariosto.




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