¡Yo soy!
Dos hombres, alrededor de la cincuentena, fuman un cigarrillo en el andén de la estación. mientras esperan la llegada del viejo tren de cercanías. Acerco mi sombra a ellos.
_¡Qué tiempos los de la mina! _dice uno.
_¡Qué lejos! _comenta el otro_ recuerdo como si fuera ayer el día que te llevé a una "barra americana" muy cerca de aquí. ¡Me hiciste pasar una vergüenza..."
_¡Nos ha jodido! Te crees que yo no lo pasé mal cuando aquella "tetas" muy sonriente se acerca y me dice a boca jarro: ¿me invitas a una copa?
_¡Qué hostias te voy a invitar yo, si no te conozco de nada! _le contestaste.
_Lo peor fue al pagar...cinco mil pesetas de las de entonces...a robar a un banco... ¡mil duros por dos copas! _dije yo_ mientras tú me dabas un codazo y soltabas la pasta.
Te juro que fue la primera vez y la última, hasta la fecha, que entré en un "puticlub".
Según Noel Clarasó: "Soñar con una mujer hemosa, es el consuelo de muchos hombres; casados con una mujer hermosa".
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