¡Yo soy!
No bastaba con el "Y tú más" de los políticos. Tuvo que venir el cardenal Cañizares a decir: ¡Y vosotras más! Defender a los suyos para condenar a la eterna condenada.
¡La mujer! Ante la mujer adúltera Jesús dijo: "¿Nadie te ha condenado? Yo tampoco..." ¿Quién es el ser humano para condenar? Mi sombra sin condenar, perdona.
¡Se lo perdono porque es un anciano! ¡Se lo perdono porque es un hombre y hay millones de hombres buenos y justos! ¡Se lo perdono a pesar de ser un hombre que puede abusar, violar y obligar a abortar como más de uno ha hecho en nuestra Piel de Toro. ¡Algún día también aquí, que no es Irlanda, habrá justicia para abusos que se han castigado por la Iglesia cambiando de lugar al sacerdote y permitiéndole seguir su actividad.
¿Banalización del sexo? ¿Cómo se puede hablar así, sabiendo que en muchas partes del mundo miles de niñas son vendidas como mercancía sexual para los hombres de los países ricos? ¿Cómo puede prohibir la Iglesia, en pleno siglo XXI, el uso de anticonceptivos?