lunes, 18 de mayo de 2009

Reírse de nada...






¡Yo soy!





Mi sombra mira la risa del agua al caer, mientras a mi espalda, una mujer joven y otra no tanto, charlan y se ríen de sus propios comentarios. La mayor le dice a la joven :

_Un día, en el pueblo, estábamos mi amiga y yo en el patio de la casa. De pronto entró un pájaro y dice mi amiga:

_¿Qué hará aquí ese pájaro?

_¡Vete y pregúntale! _dije yo_ las dos empezamos a reírnos y salta ella:

_Vamos a reírnos de nada. Empezamos a reírnos y no podíamos parar. ¡Era un cuadro vernos a las dos encogidas y apretándonos la tripa sin poder parar de reír!


Me contagiaron "su risa de nada" y vino a mi mente de sombra Mario Benedetti:

"Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y de la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias y de las definitivas".

La Prensa dice que ayer nos dejó para siempre. ¡Mi sombra cree que para siempre se quedó!





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