¡Yo soy!
Mi sombra entra en la iglesia para relajarse. A veces lo hago. Nada tiene que ver que "no me coma a los Santos por los pies" para que valore los lugares cargados de energía positiva.
Sólo hay media docena de personas. El silencio es sepulcral. De repente, a mi espalda, alguien comienza a hablar por teléfono en un tono alto y chabacano.
_¡Oye joder! que yo estuve allí frente al Corte Inglés como quedamos y no apareciste... _una señora y yo volvimos la cabeza hacia la joven con una mirada que lo decía todo _ ella siguió como si nada.
_Espero que mañana nos veamos, no me vayas a hacer la putada como hoy.
¡Por fin colgó! Me quedó una duda. Si no oímos la llamada... ¿Marcó ella? ¿La llamaron?
¡Qué falta de respeto!
Mi meditación se quedó ahí y un pensamiento fluyó: "Con la ignorancia armonizan bien los errores!" de Concepción Arenal.
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