Corría el año 1993:
Domingo día 18 de Julio:
Dejamos en Astorga por lo menos tres kg de cada mochila: Cremas, colonias, jabones,... No madrugamos, así que los peregrinos que encontramos, eran ingleses en su mayoría que caminaban sin peso. Sus bártulos se los lleva un autobús hasta el final de etapa.
Comimos de bocadillo en El Ganso. Llegamos a Rabanal sobre las seis. La plaza llena de gente con cara de cansancio. Sólo había sitio en la escuela vieja en el piso de abajo. Los primeros tenían literas, los segundos colchonetas y los últimos, como nosotros, nuestros sacos sobre el mosaico.
Fuimos a cenar. Los dos bares llenos. Cenamos en uno, embutidos de la tierra y una ración de pulpo. Saludamos a dos chicas conocidas y regresamos a los sacos rodeados de jóvenes extranjeros, la mayoría. Los de arriba hacen ruido. Los de abajo entran y salen. Pero...
¡Faltaba lo peor! Entra un chico alto y delgado, extranjero, se va hacia la ventana y...¡Echa la "pota" por dos veces! Pone perdido a un español. Mi marido me dice que la chica que está a su lado, "ha vomitado vino" y sigue durmiendo. Otra un poco más allá, lo mismo.
Los españoles empiezan a protestar y a llamar de todo a los "mamaos" que siguen tumbados. A Andrés con el olor, le dan arcadas. Cogemos las mochilas y salimos a la calle. Son las doce de la fría noche a pesar de estar en julio. Sale más gente. Uno dijo que iba a armar su tienda y se van dos más con él. Me meto en el saco y me siento en un banco junto a Andrés que le van pasando las ganas de vomitar. Llaman a la Guardia Civil. Algunos se han ido a caminar y nos dejan sus camas. Andrés dice que él no vuelve adentro. Otros entran a ocuparlas.
Pasa una hora, aparecen dos guardias civiles. El guardia joven entra, da la luz, manda levantarse a los borrachos y les hace salir afuera mientras sus amigos limpian los vómitos. El guardia mayor nos dice que el ejército ha instalado unas tiendas en Manjarín y que allí hay sitio. Sólo quedamos nosotros dos afuera, el frío es grande. En un arranque de osadía le pido a los guardias que nos lleven con ellos a Manjarín. No están muy convencidos pero lo hacen.
Ya estamos a 19. Son las dos de la mañana y dos "picoletos" nos llevan en el coche oficial por tierras de León. ¡Si me juran que terminaría así alguna etapa del Camino... ni mi sombra se lo hubiera creído!
Era un mal día, el 18 de Julio, aniversario de aquel de 1936.
ResponderEliminarPor esos montes, ese mismo día, las cunetas empezaban a sembrarse, a día de hoy, siguen llenas.
Esta es nuestra españa
Por cierto, la siguiente etapa a esa es una gozada ;)
Vaya morrooooo con escolta y todo, es duro ese repechin... aunque yo vaga de mí, sólo lo he hecho en coche, besines Irma.-
ResponderEliminarNo lo había pensado Abel, pero sí que es una fecha y unos lugares con terribles consecuencias para muchos.
ResponderEliminarY que lo digas Irma, pues igual que nosotros. ¡Valientes peregrinos! Un abrazo.