martes, 9 de febrero de 2010

¡ Ojo, con lo que se dice!






¡Yo soy!







Contempla mi sombra la cigüeña en lo alto de la chimenea, detrás de San Marcos. Dos jubilados se acercan y escucho:

_Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice. ¡Cómo está el patio! Te denuncian por menos de nada.

_Tú escucha lo que me pasó hoy mismo _añade el segundo. Mi nieta de cuatro años al marchar para su casa entró en la cocina para despedirse y darme un beso. Yo, tenía el periódico abierto sobre la mesa y lo leía de pie. Ella entró en la cocina y me dio un beso en el pantalón a la altura del trasero. Yo me di la vuelta y le dije:

_No, no a mi no me gusta que me beses en el culo, bésame en la cara. Su madre que entró en ese momento en la cocina me suelta:

_¡Tú ves lo que has dicho! Mañana va al "cole" y le dice a su maestra que al abuelo no le gusta que le dé besos en el culo. ¡Y la monta parda! ¡Carallo!, tuve que darle la razón a su madre, en estos tiempos se ha de pensar bien lo que se dice.


Mi sombra sonriendo pensó en una frase: "A menudo me he tenido que comer mis palabras y he descubierto que era una dieta equilibrada" de Churchill.




3 comentarios:

  1. No siempre, pero en este caso comparto la opinión de Churchill, jejeje

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  2. Con cuatro años ya habrá mas de uno/a que le haya dicho al maestro/a éso de bésame el culo, jejeje.

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  3. Alguna vez las hemos tenido que comer todos, Abel.Saludos.
    César, espero que eso no, pero lo de: "Dice mi papá que tú no puedes pegar porque sino te denuncia" con cuatro años yo conozco a más de un@ que sí.Un besote.

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