¡Yo soy!
Hace años, el Señor Marceliano, capitán jubilado, fue mi mejor vecino durante mucho tiempo. Siempre que llegaban "Las Águedas" me decía:
_Si las mujeres quieren mandar y ser iguales a los hombres, ¿Por qué no hacen la mili? ¡Pues eso, eso, a la puta mili! Mi sombra a pesar del afecto que le tuve siempre, un día le contestó:
_Las mujeres no somos ni queremos ser iguales a los hombres, pero sí tener las mismas oportunidades. Ya un poco dolida seguí:
_¿Sabe por qué las mujeres no van a la mili? Porque las leyes impuestas por los hombres no se lo permiten.
_¿Sabe por qué las mujeres no son sacerdotes? porque algunos hombres se lo prohiben.
_¿Sabe por qué mi madre nunca pudo conducir un autobús o pilotar un avión? ¿Sabe por qué mi abuela no pudo nunca votar?
Hoy seguiría: ¿Sabe por qué hay mujeres que llevan "burka"? ¿Sabe por qué hay mujeres que no pueden usar anticonceptivos? ¿Sabe por qué las niñas chinas no tienen derechos?
¿Sabe por qué... ¡¡Porque muchos hombres se lo prohiben!!
Hoy también, mi sombra añade: Gracias, a los millones de mujeres y hombres que han apoyado y siguen apoyando a las mujeres que luchan en este planeta por su liberación.
Y... recordó mi sombra una frase: "La Sociedad no puede, en justicia, prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género humano" de Concepción Arenal.
Para que la humanidad evolucione lo retrógrado debe extinguirse.
ResponderEliminarEs algo ilógico y casi antinatura.
ResponderEliminarA nivel individual puede que algunos hombres le saquen provecho, pero a nivel colectivo es humillante.
Mi imaginación me lleva a recordar a los cantabros, donde había clanes matriarcales y se repartian las tareas según el sexo, ellas trabajaban y ellos luchaban.
Ni estamos en esa época ni repartir el trabajo en la sociedad actual puede considerarse por el sexo de cada cual.
Poder elegir es muy importante, para todos los seres humanos, sean hombres o mujeres. Minipunk he recibido tu mensaje, gracias y saludos a los dos por vuestros comentarios.
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