¡Yo soy!
Subo la rampa de madera del Tanatorio siguiendo a una pareja madura que sale de él. La mujer rompe el silencio:
_Comprendo que esté destrozada, ha sido una muerte repentina y con sólo 53 años quedarse viuda es muy triste.
_Lo que yo no entiendo _añade el hombre_ es las muchas veces que como amigas te ha contado que llevaban años sin hacer vida en común, a pesar de vivir juntos. Más de una vez tú le has dicho que por qué no se separaba y ahora tanto llanto...
_Sí, la verdad es que llevaban años viviendo como dos extraños pero... no puedo creer que no sea sincera en el dolor. Alomejor se siente culpable o muy sola.
_Lo cierto es que le quedará la pensión de viudedad y...
_Sí, pero ha sido un duro golpe _dice la mujer_ y se van los dos pensativos.
Mi sombra medita: "Siempre tiene razón el sufrimiento" del conde de Villamediana.
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