¡Yo soy!
Una mujer sale de un portal. Una gitana mayor vestida de negro que la conoce le dice:
_Algo de ropa usada que me diera.
_No, no tengo, la ropa que me sobra la doy a Cáritas _contesta la paya.
_Bueno pues algo de leche o fruta...
_Que no, vete y no me molestes que yo sé que tú tienes tu pensión como yo.
_Pues Dios quiera que te veas como la Virgen _dijo la calé.
_¿Cómo la Virgen? Dios te oiga mujer.
_Sí, pero atornilla pol culo... y se fue renegando la enlutada.
Sonriendo estiré mi sombra en la acera y vino a ella la frase: "No hay más sabiduría que la sinceridad" de Benjamín Disraeli.
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