miércoles, 18 de marzo de 2009

¡¡Padres!!






¡Yo soy!





Los pequeñines salieron en fila, cogidos de una mano. En la otra mano llevaban un envoltorio brillante. Al romperse la fila corrieron hacia sus madres y algún padre. La pequeña Uma corrió hacia su mamá y le espetó:

_¡Mira! un regalo para papá. A la madre se le notó la tensión cogió el obsequio y guardó silencio. La pequeña iba dando saltos de la mano de su madre se paró ante ella y preguntó:

_¿Cuándo viene papá? ¡Siempre está trabajando!

_No sé, ya vendrá. Sabes que papá tiene otra familia y también le harán un regalo.
_Entonces éste se lo daremos al abuelo _dijo la pequeña señalando el envoltorio.

_Me parece muy bien. Se pondrá muy contento. _apostilló la madre sonriendo.

Mi sombra les seguía. ¡Admiro la adaptación de los niños a cualquier circunstancia! ¡Son los adultos los que les hacen sentirse mal, dándole vueltas a los momentos que viven!.


Los niños viven el presente. ¡Cuánto hemos de aprender de ellos!





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