lunes, 7 de junio de 2010

¡La Madrastra!





¡Yo soy!





Ella viuda con un niño de cuatro años. Él viudo con una niña de cinco. Conviven desde hace más de veinte años.

La "madrastra" se sintió madre de los dos niños desde el primer día. Crecieron como hermanos. El joven se casó y formó su familia, su hermana también, pero a los tres años se separó con un hijo.

Su "madre" se llevó un gran disgusto. ¡Le gustaba mucho su yerno!

Su "hijastra"  se volvió a casar con un guardia civil que a los ojos de la abuela, no trata nada bien a su nieto. Tampoco ve feliz a la que crió como hija que ahora vive en Asturias. ¡Su segundo yerno no le gusta!

Este fin de semana vinieron el matrimonio y su hijo a pasar el fin de semana de las Justas de Hospital de Órbigo con la "madrastra". Pensaban regresar a su domicilio en Oviedo ya entrada la tarde, pero su "yerno II", decidió que se irían después de comer. Su esposa le dijo que esperara hasta la tarde para que el chico disfrutara de la fiesta. Obtuvo un no rotundo por respuesta: Si su mujer y el niño no venían, él se iría sólo en el coche de ambos. Así los hizo el "picoleto". Pero... antes tuvo que escuchar el discurso de su "suegra" que lo puso de vuelta y media. Su mujer nunca pensó que fuera capaz de dejarlos en tierra, pero lo hizo.

Lo confirmaron los billetes de la madre y su hijo para regresar en el Alsa.  Se escuchó la despedida de la abuela que le decía a su "no hija" : " Y... ya sabes hija, si te separas, aquí tendrás siempre una casa y un regazo..."


Mi sombra piensa que hay lazos de sangre, sin sangre: "Admiramos a las personas por motivos, pero las amamos sin motivos" Gilbert Keith Chesterton.




2 comentarios:

  1. Si haces realmente "tuyo" a un hijo, el tiempo seguro que no hace diferencias. Así lo ha demostrado tu historia.
    Saludos.

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  2. Yo también pienso que los padres son los que te cuidan, se desvelan a tu lado desde niño y con los que siempre puedes contar. Un saludo.

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