¡Yo soy!
En la pequeña, antigua y hermosa fuente que hay en los jardines del Cid, varios chicos y chicas de segundo de ESO juegan. Llenan de agua pequeños globitos de colores y se los tiran unos a otros.
Algunas chicas ya están empapadas, pero siguen provocando a los muchachos. Uno de ellos persigue con su globo a una de las adolescentes que lleva unos pantaloncitos pirata, con la barriga al aire, completamente mojados. La propietaria, mira para las personas que les observan y le dice muy alto para que todo el mundo se entere:
_Si me vuelves a mojar, me tienes que dar un beso en "to los morros" con lengua y todo, delante de toda la gente _fueron las miradas las que detuvieron al chico, más que su amenaza provocativa y retadora.
Mi sombra sonrió. Ya lo dijo R. W. Emerson: "Nosotros hervimos a distinto grado".
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